Osificación del ligamento longitudinal posterior

La osificación del ligamento longitudinal posterior (OPLL) es una afección que afecta la columna cervical. La OPLL puede conducir a la compresión de la médula espinal y puede causar síntomas de mielopatía cervical. Los pacientes con mielopatía cervical presentan síntomas de debilidad y torpeza en las manos y dificultad para caminar.

Anatomía de la columna cervical

Los ligamentos en la columna vertebral funcionan para proporcionar soporte estructural a lacolumna v ertebral. Los ligamentos también mantienen un control para evitar el movimiento excesivo en el rango de movimiento. La médula espinal se encuentra dentro del canal vertebral central formado en la parte delantera, pero el cuerpo vertebral y la lámina en la parte posterior.

El ligamento longitudinal posterior está presente en la espalda del cuerpo vertebral (frente de la médula espinal). El ligamento flavoso está presente en la parte posterior de la médula espinal.

Resonancia magnética de la columna cervical que muestra los diversos ligamentos que rodean la médula espinal.

Resonancia magnética de la columna cervical que muestra los diversos ligamentos que rodean la médula espinal.

Causas y patología de la osificación del ligamento longitudinal posterior

Osificación significa la formación de tejido óseo en cualquier tejido. El ligamento longitudinal posterior es un ligamento flexible que, naturalmente, no está osificado. La osificación en OPLL hace que el ligamento se vuelva rígido y crezca en tamaño. El aumento de tamaño puede disminuir el espacio precario en el canal vertebral ya ocupado por la médula espinal y sus cubiertas.

El agrandamiento del ligamento ocurre más comúnmente en la columna cervical y puede comprimir la médula espinal. La compresión de la médula espinal puede causar síntomas de mielopatía cervical. La osificación del ligamento longitudinal posterior ocurre con mayor frecuencia en pacientes de ascendencia asiática, particularmente japoneses.

La causa exacta de la osificación del ligamento longitudinal posterior no ha sido clara, pero se ha pensado que es causada por varios factores. La diabetes, los factores mecánicos, una dieta rica en sal, el alto peso corporal y la genética se han asociado con la osificación del ligamento longitudinal posterior.

Osificación de los síntomas del ligamento longitudinal posterior

Los síntomas de OPLL pueden ser leves al principio, ya que la enfermedad tiene una progresión lenta, pero puede acelerarse en algunos casos. Los pacientes pueden quejarse de dolor y rigidez en el cuello. Puede haber síntomas de alteración de la sensibilidad en los brazos y las manos. Los pacientes pueden quejarse de sentir entumecimiento y hormigueo en las extremidades superiores.

A medida que la enfermedad progresa y la compresión de la médula aumenta, los pacientes pueden quejarse de torpeza en sus manos. Pueden experimentar dificultad para sostener y manipular objetos. Puede haber dificultad para caminar y navegar por las escaleras. Los pacientes pueden quejarse de debilidad en las extremidades inferiores. En casos raros, puede haber pérdida del control intestinal y de la vejiga.

Diagnóstico

El médico extrae una historia completa y establece una línea de tiempo de los síntomas. El médico realiza un examen físico completo. El examen físico incluye pruebas para buscar el patrón de marcha del paciente, la fuerza en los brazos y las piernas, y la sensación en las cuatro extremidades.

El examen radiológico incluye una radiografía, una tomografía computarizada y una resonancia magnética. La radiografía suele ser la primera imagen que se realiza en la sospecha de OPLL. El médico es capaz de ver la estructura ósea, así como la osificación del ligamento longitudinal posterior.

Una tomografía computarizada proporciona una imagen más detallada de las estructuras óseas en comparación con una radiografía. La resonancia magnética es capaz de discernir las estructuras de tejidos blandos, incluida la médula espinal. La mielografía por resonancia magnética se puede realizar en pacientes que no pueden hacerse una resonancia magnética regular.

Administración

El tratamiento no quirúrgico se realiza en pacientes con enfermedad leve. Los pacientes son seguidos regularmente para observación. Las modalidades conservadoras incluyen medicamentos como medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y fisioterapia para mejorar la fuerza y la flexibilidad.

El tratamiento quirúrgico constituye el tratamiento principal para los pacientes con degradación funcional. El manejo quirúrgico se realiza en forma de descompresión y estabilización. Se pueden utilizar diferentes enfoques dependiendo de la anatomía del paciente y el proceso de la enfermedad.

La parte de descompresión de la cirugía consiste en extirpar todas las estructuras óseas/de tejidos blandos que comprimen la médula espinal. El segmento de la columna vertebral se fusiona para eliminar cualquier movimiento entre las vértebras involucradas. La eliminación del movimiento proporciona estabilidad y evita cualquier compresión adicional.

El cirujano puede acceder a descomprimir y fusionar la columna vertebral ya sea desde el frente, conocido como descompresión cervical anterior y fusión. O el cirujano puede acercarse desde detrás del cuello, conocido como descompresión cervical posterior y fusión. En algunos casos, se pueden usar enfoques anteriores y posteriores para aliviar la compresión.

La mayoría de los pacientes experimentan un alivio significativo de sus síntomas después de la cirugía. Puede haber cierta pérdida de movimiento en el rango de movimiento del cuello debido a la fusión.

My name is Dr. Suhirad Khokhar, and am an orthopaedic surgeon. I completed my MBBS (Bachelor of Medicine & Bachelor of Surgery) at Govt. Medical College, Patiala, India.

I specialize in musculoskeletal disorders and their management, and have personally approved of and written this content.

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