Diagnóstico y tratamiento de la ciática

La ciática es una afección en la que se experimenta un dolor irradiado en las piernas. Este dolor suele ser causado por la inflamación o compresión de las raíces nerviosas en la parte baja de la espalda, específicamente en la región L4-S1, que forman el nervio ciático.

Puede ser bastante incómodo y limitar la capacidad de una persona para llevar a cabo sus tareas diarias de manera efectiva.

La importancia de las opciones de tratamiento conservador para la ciática se enfatiza en las guías clínicas recientes de Dinamarca, EE. UU. y el Reino Unido.

Como resultado de estas directrices, se ha desarrollado una actualización clínica con el objetivo de ofrecer una visión general completa del diagnóstico de la ciática y los principios esenciales del manejo. La actualización está dirigida específicamente a los no especialistas, proporcionándoles información valiosa.

El término «ciática» a menudo se usa de manera inconsistente debido a su falta de una definición clara y universalmente aceptada entre médicos y pacientes. Como alternativas, los profesionales médicos han sugerido términos como dolor radicular y síndrome radicular lumbosacro.

En este artículo, consideramos que la ciática y el dolor radicular tienen el mismo significado. El término radiculopatía se emplea para describir la afección en la que se ve afectada una raíz nerviosa, lo que puede provocar síntomas neurológicos como debilidad o entumecimiento.

La ciática se caracteriza por una combinación de dolor y dolor agudo en las piernas que se extiende por debajo de la rodilla hasta el pie y los dedos de los pies. El dolor puede tener un inicio repentino o gradual y su intensidad puede variar.

Con frecuencia se acompaña de dolor lumbar concurrente. Las hernias discales que afectan a raíces nerviosas específicas provocan dolor en diferentes regiones de la pierna. Otros síntomas incluyen hormigueo, entumecimiento y debilidad muscular en la pierna afectada.

¿Cuál es la prevalencia de la ciática?

La aparición de la ciática varía entre los estudios. En un estudio de atención primaria del Reino Unido, alrededor del 60% de los pacientes que experimentaron dolor de espalda y piernas fueron diagnosticados con ciática.

En un estudio danés de atención primaria, los exámenes neurológicos confirmaron la ciática en el 2% de los pacientes que acudían a clínicas quiroprácticas y en el 11% de los pacientes de consulta general que sufrían de dolor lumbar.

¿Qué factores contribuyen al desarrollo de la ciática?

La compresión de la raíz nerviosa y la inflamación son los principales factores responsables de la ciática. La principal causa de ciática suele ser la hernia discal causada por cambios degenerativos asociados con el envejecimiento, aunque el traumatismo se involucra con poca frecuencia.

La inflamación desencadena la absorción del material de la hernia discal, lo que a menudo conduce a una mejoría sin intervención quirúrgica. Además, la ciática puede ser causada por estenosis foraminal, estenosis de tejidos blandos o afecciones extraespinales poco comunes.

El tabaquismo, la obesidad y la participación en el trabajo manual son factores modificables que aumentan el riesgo de desarrollar ciática.

¿Cuáles son los métodos utilizados para diagnosticar la ciática?

El método principal para diagnosticar la ciática es una evaluación clínica que se basa en los síntomas del individuo y los hallazgos de un examen físico.

Los factores importantes a considerar incluyen dolor en las piernas que supera el dolor de espalda, dolor experimentado debajo de la rodilla y síntomas acompañantes como hormigueo, entumecimiento o debilidad muscular. Aunque no existe una prueba específica para la ciática, los hallazgos positivos durante el examen pueden respaldar el diagnóstico.

Es crucial excluir afecciones graves como cáncer, traumatismos o infecciones. Síntomas como la retención urinaria o la disminución del tono del esfínter anal son señales de alerta que requieren una derivación inmediata para una evaluación adicional.

¿Cómo contribuyen las imágenes al diagnóstico de la ciática?

Por lo general, no se recomienda la obtención de imágenes como práctica habitual para el dolor lumbar inespecífico, que incluye la ciática, según las directrices clínicas. Sin embargo, puede ser apropiado considerar la posibilidad de realizar pruebas de diagnóstico por imágenes si los síntomas empeoran o persisten más allá de las 12 semanas, o si hay déficits neurológicos progresivos.

La resonancia magnética (RM) es la opción preferida para la obtención de imágenes debido a su perfil de seguridad más alto en comparación con la tomografía computarizada (TC). Por otro lado, la radiografía generalmente no se considera beneficiosa, y la interpretación de los hallazgos de la resonancia magnética puede no tener un impacto significativo en el curso del tratamiento.

¿Cuál es el pronóstico para los pacientes con ciática?

El pronóstico para la mayoría de las personas con ciática suele ser positivo, ya que a menudo experimentan una mejoría de los síntomas a través del tratamiento conservador o las intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, es posible que una minoría no se recupere por completo y que algunos continúen experimentando síntomas continuos.

La presencia de dolor en las piernas junto con el dolor lumbar se asocia con mayores niveles de dolor, discapacidad y reducción de la calidad de vida. Factores como la gravedad, la duración de los síntomas y los hallazgos radiológicos no predicen de manera consistente el éxito del tratamiento conservador para lograr la recuperación.

En un estudio reciente, aproximadamente el 55% de los pacientes informaron una mejoría después de un año de tratamiento, mientras que la mayor duración del dolor y las creencias de los pacientes sobre la naturaleza a largo plazo de la afección se asociaron con un pronóstico menos favorable.

¿Cuáles son los enfoques para controlar la ciática?

El manejo de la ciática implica abordar los síntomas angustiantes que pueden afectar significativamente la vida diaria y la productividad.

Es importante reconocer las preocupaciones y temores de la persona, al tiempo que se proporciona información sobre el curso típico de la ciática y se le asegura que los síntomas suelen mejorar con el tiempo.

Se deben discutir las opciones de tratamiento, teniendo en cuenta las preferencias y prioridades de la persona, con el fin de desarrollar un plan de manejo personalizado que mejor se adapte a sus necesidades.

Métodos de tratamiento no invasivos

El enfoque inicial del tratamiento tiene como objetivo abordar el dolor y preservar las capacidades funcionales a medida que disminuyen la compresión y la inflamación asociadas con la ciática.

Se recomienda a los pacientes que permanezcan físicamente activos y eviten el reposo prolongado en cama para minimizar el impacto de la afección en su vida diaria. Es importante educar a las personas sobre el monitoreo y la notificación inmediata de cualquier cambio en los síntomas, como una escalada del dolor en las piernas o la aparición de déficits neurológicos.

Al controlar activamente los síntomas y promover un enfoque proactivo, los pacientes pueden optimizar su recuperación y minimizar el impacto de la ciática en su bienestar.

Actividad Física y Terapia Manual

Hacer ejercicio, que abarca una variedad de ejercicios recomendados, puede contribuir a la reducción de la intensidad del dolor en las piernas a corto plazo. Es posible complementar el ejercicio con terapia manual, como la movilización de la columna vertebral.

Sin embargo, la acupuntura no se recomienda para personas con ciática. Las pautas sugieren evitar la tracción y las electroterapias para las personas que experimentan dolor de espalda, independientemente de si se acompaña de ciática o no.

Medicación

La eficacia de los analgésicos para la ciática no está bien establecida y pueden causar efectos negativos. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) no muestran una mejoría significativa en el dolor y la discapacidad en comparación con el placebo, mientras que los corticosteroides pueden ofrecer un alivio temporal de los síntomas.

Sin embargo, tanto los AINE como los corticosteroides conllevan un riesgo elevado de eventos adversos. Hay pruebas limitadas o insuficientes que apoyen el uso de otros medicamentos como paracetamol, benzodiacepinas, opioides, antidepresivos, anticonvulsivos y agentes biológicos para la ciática, y no se recomienda su uso.

Inyecciones espinales

Las directrices sobre las inyecciones espinales difieren en sus recomendaciones. Las directrices del NICE recomiendan ofrecer la inyección epidural de anestésico local y esteroides en la zona de la raíz nerviosa lumbar en personas con ciática aguda y grave, donde de otro modo se consideraría la posibilidad de someterse a una cirugía.

Las guías clínicas nacionales danesas no recomiendan su uso, ya que el efecto beneficioso se estimó como muy bajo y solo a corto plazo sobre la base de pruebas limitadas.

Cirugía

Las personas que experimentan dolor crónico persistente durante más de 12 semanas, a pesar de someterse a métodos de tratamiento conservadores, pueden ser consideradas para una intervención quirúrgica.

Es esencial confirmar la presencia de hernia discal lumbar a nivel específico de la raíz nerviosa mediante la utilización de técnicas de imagen y examen clínico.

La microdiscectomía abierta es el procedimiento quirúrgico predominante, aunque también se utilizan enfoques menos invasivos como la cirugía endoscópica. Las tasas de discectomía han mostrado variaciones, pero en general, han mostrado una tendencia al alza en todos los países europeos.

De acuerdo con la literatura, una revisión sistemática de cinco ensayos controlados aleatorizados encontró evidencia de baja calidad que indica que la cirugía temprana dentro de las 6 a 12 semanas posteriores al dolor radicular puede proporcionar un alivio más rápido en comparación con la atención conservadora prolongada.

Sin embargo, no se observaron diferencias significativas en los resultados clínicos entre la cirugía y los cuidados conservadores a los uno y dos años de seguimiento.

En casos de déficits neurológicos significativos o progresivos, como debilidad motora o disfunción de la vejiga, se aconseja la cirugía.

I am fellowship trained in joint replacement surgery, metabolic bone disorders, sports medicine and trauma. I specialize in total hip and knee replacements, and I have personally written most of the content on this page.

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