Osteomielitis del tobillo

Osteomielitis de tobillo: Visión general y tratamiento

La osteomielitis de tobillo es una infección ósea grave que afecta principalmente a los huesos del tobillo y los tejidos blandos circundantes. Esta afección es especialmente preocupante en pacientes con problemas de salud, como los diabéticos, los que padecen enfermedades vasculares periféricas y los que reciben terapias inmunosupresoras. Suele ser consecuencia de infecciones tras traumatismos, intervenciones quirúrgicas o enfermedades crónicas como la artritis reumatoide.

¿Qué es la osteomielitis de tobillo?

La osteomielitis se refiere a la infección del hueso, que puede provocar la destrucción del tejido óseo si no se trata. La articulación del tobillo, debido a su posición anatómica y a su exposición a traumatismos, es especialmente vulnerable a la infección. En la osteomielitis del tobillo, bacterias como Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa y Listeria monocytogenes invaden el hueso, causando dolor, hinchazón y dificultad para mover el pie afectado. Estas bacterias pueden introducirse en el organismo a través de traumatismos directos, intervenciones quirúrgicas o a través del torrente sanguíneo a partir de infecciones a distancia.

Factores de riesgo de la osteomielitis de tobillo

Varios factores aumentan el riesgo de desarrollar osteomielitis en el tobillo:
1. Estados inmunodeprimidos: Afecciones como la diabetes, el cáncer y la artritis reumatoide (AR), que debilitan el sistema inmunitario, pueden predisponer a las personas a contraer infecciones.
2. Traumatismos: Los traumatismos directos, como fracturas o heridas punzantes, pueden provocar exposición ósea e infección.
3. 3. Intervenciones quirúrgicas: Los pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas por fracturas o procedimientos reconstructivos pueden desarrollar infecciones si no se siguen las técnicas estériles adecuadas.
4. Enfermedades crónicas: Afecciones como la enfermedad vascular periférica y el tabaquismo pueden limitar el flujo sanguíneo, mermando la capacidad del organismo para combatir las infecciones.

Síntomas de la osteomielitis de tobillo

Los pacientes con osteomielitis de tobillo pueden experimentar diversos síntomas, entre ellos:
– Dolor e hinchazón persistentes en la articulación del tobillo.
– Enrojecimiento y calor en la zona afectada.
– Fiebre y escalofríos en fases avanzadas.
– Rango de movimiento limitado en la articulación del tobillo.
– Pus o secreción de heridas abiertas o senos paranasales.

Diagnóstico de la osteomielitis de tobillo

El diagnóstico de la osteomielitis de tobillo implica una combinación de evaluación clínica, estudios de imagen y cultivos microbiológicos. Las herramientas diagnósticas clave incluyen:

1. Imágenes
– Radiografías: Pueden mostrar signos de destrucción ósea, aunque la infección temprana puede no ser evidente en las radiografías.
– RESONANCIA MAGNÉTICA: Proporciona una visión detallada de la afectación ósea y de los tejidos blandos, incluida la presencia de abscesos y secuelas (hueso muerto).
– Tomografía computarizada: A veces se utiliza en casos complejos para evaluar la estructura ósea, sobre todo en el pie.

2. Cultivos microbiológicos: Se toman muestras de tejido del lugar infectado durante la cirugía o la biopsia y se cultivan para identificar el organismo causante. Este paso es crucial para orientar la terapia antibiótica adecuada.

3. Análisis de sangre: El recuento elevado de glóbulos blancos y los niveles de proteína C reactiva (PCR) pueden indicar infección. Sin embargo, estos marcadores no son específicos y deben interpretarse junto con otras herramientas diagnósticas.

Tratamiento de la osteomielitis del tobillo

El tratamiento de la osteomielitis de tobillo es complejo y suele implicar una combinación de intervención quirúrgica y terapia antibiótica. El objetivo es erradicar la infección, preservar la extremidad y restablecer la función de la articulación del tobillo.

Tratamiento quirúrgico

El desbridamiento quirúrgico es la primera línea de tratamiento, destinada a eliminar el hueso y los tejidos blandos infectados. Este paso es fundamental para controlar la infección y proporcionar un entorno limpio para la curación. Entre los procedimientos habituales se incluyen:
-Desbridamiento radical: Extracción del tejido necrótico para eliminar el foco de infección.
Reconstrucción ósea: Si se produce una pérdida ósea significativa, puede ser necesario realizar injertos óseos o utilizar técnicas de distracción osteogénica para restaurar la integridad ósea.
– Amputación: En casos graves, cuando la infección no puede controlarse o cuando el pie afectado no puede salvarse, puede ser necesaria la amputación.

Terapia antibiótica

Inicialmente se inicia una terapia antibiótica empírica basada en los patógenos más comunes asociados a la osteomielitis. Una vez identificado el organismo causante mediante cultivo, el tratamiento se ajusta en consecuencia. Suelen utilizarse antibióticos como la vancomicina, la ampicilina o la gentamicina, y la duración del tratamiento suele prolongarse varias semanas. También puede utilizarse la administración local de antibióticos mediante sistemas de bolsas de microesferas para obtener concentraciones más elevadas de antibióticos directamente en el lugar de la infección.

Cirugía reconstructiva

Tras el control de la infección, suele ser necesaria la cirugía reconstructiva para reparar los daños causados por la infección. Esto puede implicar el uso de colgajos locales o libres para cubrir los tejidos blandos, así como injertos óseos o el uso de injertos óseos vascularizados para restaurar los defectos óseos. En algunos casos, puede realizarse una artrodesis (fusión) del tobillo para proporcionar estabilidad si la articulación está irreparablemente dañada.

Complicaciones y pronóstico

Aunque muchos pacientes se recuperan satisfactoriamente de la osteomielitis de tobillo con el tratamiento adecuado, pueden producirse complicaciones, especialmente en aquellos con afecciones subyacentes. Las complicaciones incluyen:
-Recurrencia de infecciones: A pesar de un tratamiento agresivo, algunos pacientes pueden experimentar infecciones recurrentes, especialmente si el desbridamiento inicial fue incompleto o si existen problemas de salud en curso.
– Amputación: En casos graves, cuando la infección no puede controlarse o cuando no es posible salvar la extremidad, puede ser necesaria la amputación.
– No unión o mala unión: La cicatrización ósea puede retrasarse, especialmente en pacientes con mala vascularización o en aquellos que se han sometido a múltiples cirugías.

El pronóstico de los pacientes con osteomielitis de tobillo depende en gran medida del estado general de salud del paciente, la extensión de la infección y el inicio oportuno del tratamiento. Los pacientes sin comorbilidades subyacentes suelen tener mejor pronóstico, y muchos pueden reanudar sus actividades normales tras un tratamiento satisfactorio.

Conclusión

La osteomielitis del tobillo es una afección difícil que requiere un enfoque multifacético del tratamiento. El reconocimiento precoz, el desbridamiento quirúrgico agresivo y el tratamiento antibiótico adecuado son la clave del éxito. En pacientes con enfermedades subyacentes, como diabetes o artritis reumatoide, el riesgo de complicaciones y recidiva es mayor, por lo que se requiere un tratamiento y un seguimiento más intensivos. Con una atención oportuna y adecuada, muchos pacientes pueden esperar una recuperación funcional, aunque los casos graves pueden requerir procedimientos reconstructivos o incluso la amputación.

 

¿Tiene más preguntas?

Q. ¿Qué es la osteomielitis de tobillo?
A. La osteomielitis de tobillo es una infección ósea en el tobillo, a menudo causada por bacterias que se propagan a través del torrente sanguíneo o desde tejidos cercanos.

Q. ¿Cuáles son los síntomas habituales de la osteomielitis de tobillo?
A. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón, enrojecimiento, calor sobre el tobillo, fiebre y dificultad para soportar peso.

Q. ¿Cómo se desarrolla la osteomielitis de tobillo?
A. Puede desarrollarse a partir de bacterias que penetran en el hueso a través del torrente sanguíneo, un traumatismo directo, una intervención quirúrgica o infecciones cercanas.

Q. ¿Quiénes corren mayor riesgo de desarrollar osteomielitis de tobillo?
A. Las personas con diabetes, sistemas inmunitarios debilitados, mala circulación o heridas abiertas cerca del tobillo corren mayor riesgo.

Q. ¿Cómo se diagnostica la osteomielitis de tobillo?
A. El diagnóstico suele realizarse mediante una combinación de historia clínica, exploración física, pruebas de imagen como resonancia magnética o radiografías, y pruebas de laboratorio como hemocultivos o biopsia.

Q. ¿Qué pruebas de imagen se utilizan para la osteomielitis de tobillo?
A. Las radiografías, resonancias magnéticas, tomografías computarizadas y gammagrafías óseas se utilizan para detectar infecciones óseas y evaluar el alcance de los daños.

Q. ¿Cuál es el papel de la biopsia ósea en el diagnóstico?
A. Una biopsia ósea ayuda a confirmar el diagnóstico y a identificar la bacteria específica que causa la infección.

Q. ¿Cuál es el tratamiento de la osteomielitis de tobillo?
A. El tratamiento incluye antibióticos y puede requerir desbridamiento quirúrgico o extirpación del tejido óseo infectado.

Q. ¿Cuánto suele durar el tratamiento antibiótico?
A. Los antibióticos suelen administrarse durante 4 a 6 semanas, y a veces durante más tiempo dependiendo de la gravedad de la infección.

Q. ¿Cuándo hay que operar una osteomielitis de tobillo?
A. La cirugía es necesaria si hay tejido óseo muerto, un absceso o si la infección no responde a los antibióticos.

Q. ¿Qué tipos de cirugía se realizan para la osteomielitis de tobillo?
A. Las cirugías pueden incluir desbridamiento, injerto óseo o incluso amputación en casos graves.

Q. ¿Puede reaparecer la osteomielitis de tobillo después del tratamiento?
A. Sí, la infección puede reaparecer, sobre todo si no se tratan los factores de riesgo subyacentes.

Q. ¿Cuáles son las posibles complicaciones de la osteomielitis de tobillo?
A. Las complicaciones incluyen infección crónica, pérdida ósea, destrucción articular y, en casos graves, la necesidad de amputación.

Q. ¿Puede prevenirse la osteomielitis de tobillo?
A. La prevención implica el control de factores de riesgo como la diabetes, el cuidado adecuado de las heridas y el tratamiento rápido de las infecciones.

Dr. Mo Athar
Dr. Mo Athar
A seasoned orthopedic surgeon and foot and ankle specialist, Dr. Mohammad Athar welcomes patients at the offices of Complete Orthopedics in Queens / Long Island. Fellowship trained in both hip and knee reconstruction, Dr. Athar has extensive expertise in both total hip replacements and total knee replacements for arthritis of the hip and knee, respectively. As an orthopedic surgeon, he also performs surgery to treat meniscal tears, cartilage injuries, and fractures. He is certified for robotics assisted hip and knee replacements, and well versed in cutting-edge cartilage replacement techniques.
In addition, Dr. Athar is a fellowship-trained foot and ankle specialist, which has allowed him to accrue a vast experience in foot and ankle surgery, including ankle replacement, new cartilage replacement techniques, and minimally invasive foot surgery. In this role, he performs surgery to treat ankle arthritis, foot deformity, bunions, diabetic foot complications, toe deformity, and fractures of the lower extremities. Dr. Athar is adept at non-surgical treatment of musculoskeletal conditions in the upper and lower extremities such as braces, medication, orthotics, or injections to treat the above-mentioned conditions.