Hallux Rigidus

Hallux Rigidus: Osteoartritis de la primera articulación MTP

El hallux rigidus (HR), también conocido como artrosis de la primera articulación metatarsofalángica (MTP), es una afección frecuente que provoca rigidez, dolor y disminución de la función del dedo gordo del pie. Es el tipo más común de artritis en el pie y puede afectar significativamente a la calidad de vida de una persona. Como cirujano ortopédico, la comprensión de esta enfermedad y su tratamiento es crucial para ofrecer un tratamiento eficaz.

¿Qué es el Hallux Rigidus?

El Hallux Rigidus se produce cuando la artrosis afecta a la articulación MTP de la base del dedo gordo. A medida que la articulación se deteriora, los pacientes experimentan un aumento del dolor y de la pérdida de movimiento. Esta afección suele agravarse con actividades que implican doblar el dedo hacia arriba (dorsiflexión), como caminar, correr o subir escaleras. Con el tiempo, la articulación se vuelve más rígida y el movimiento resulta doloroso, lo que a menudo dificulta las actividades cotidianas.

Esta afección es más frecuente en personas mayores de 50 años, y alrededor del 2,5% de esta población presenta síntomas de artritis de la primera articulación MTP.

Síntomas y diagnóstico

Los principales síntomas del hallux rígido

os son dolor y rigidez en la primera articulación MTP. El dolor suele empeorar durante actividades que requieren la dorsiflexión del dedo, como caminar, correr o ponerse de puntillas. Muchos pacientes también experimentan hinchazón, sensibilidad y una protuberancia visible en la parte superior del dedo causada por espolones óseos (osteofitos).

El diagnóstico suele comenzar con una anamnesis detallada del paciente, seguida de una exploración física. Los indicadores clave son el dolor durante la dorsiflexión y la plantarflexión, así como la sensibilidad en la articulación MTP. Para evaluar el alcance de la artritis se utilizan técnicas de imagen, en particular radiografías. En las radiografías, los signos del hallux rigidus incluyen el estrechamiento del espacio articular, el aplanamiento de la cabeza del metatarso y la presencia de osteofitos.

Causas y factores de riesgo

La causa exacta del hallux rigidus sigue sin estar clara, aunque la mayoría de los casos son idiopáticos, lo que significa que se desarrollan sin una causa específica. Sin embargo, la genética desempeña un papel importante, ya que los estudios demuestran que casi dos tercios de los pacientes tienen antecedentes familiares de esta afección. Además, hasta el 79% de los pacientes pueden presentar afectación bilateral. Otros factores que pueden contribuir al desarrollo de la RH son una mecánica anormal del pie, traumatismos en la articulación y ciertas deformidades del pie como el hallux valgus (juanetes).

Opciones de tratamiento

El tratamiento del hallux rigidus puede dividirse en no quirúrgico y quirúrgico, dependiendo de la gravedad de la afección.

Tratamiento no quirúrgico

Para los pacientes con hallux rigidus de leve a moderado, los tratamientos no quirúrgicos suelen ser eficaces. Entre ellos se incluyen:

  • Plantillas ortopédicas: Las plantillas especiales o las órtesis hechas a medida ayudan a limitar el movimiento en la primera articulación MTP y alivian la presión.
  • Modificaciones del calzado: Los zapatos con suelas rígidas, punteras altas y suelas con fondo de balancín pueden reducir las molestias al limitar el movimiento de las articulaciones al caminar.
  • Analgésicos: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se utilizan habitualmente para aliviar el dolor y la inflamación.
  • Inyecciones: Las inyecciones de corticosteroides o ácido hialurónico pueden aliviar temporalmente el dolor y mejorar la movilidad articular.

Tratamiento quirúrgico

Cuando fracasan los tratamientos no quirúrgicos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Las opciones quirúrgicas dependen de la gravedad de la artritis y pueden clasificarse a grandes rasgos en procedimientos para preservar o sacrificar la articulación.

  • Queilectomía: suele ser el tratamiento quirúrgico de primera línea para los pacientes con hallux rigidus de grado 1 ó 2. La intervención consiste en extirpar los osteofitos dorsales (espolones óseos) y parte de la cabeza metatarsiana para mejorar la movilidad articular y aliviar el dolor.
  • Osteotomías: En los casos en los que la articulación todavía tiene cierto movimiento, se pueden realizar procedimientos como la osteotomía de Moberg para desplazar el movimiento de la articulación a un rango más funcional.
  • Artrodesis (fusión): En los casos avanzados de hallux rigidus, en los que la articulación está gravemente dañada, puede ser necesaria la fusión de la primera articulación MTP. Este procedimiento fusiona permanentemente los huesos para eliminar el dolor, aunque también conlleva la pérdida de movilidad articular.
  • Sustitución articular (artroplastia): En casos seleccionados, la sustitución articular con materiales sintéticos o la hemiartroplastia (sustitución articular parcial) puede ser una opción, sobre todo para pacientes que desean preservar el movimiento articular.

Resultados y consideraciones quirúrgicas

Los resultados de la cirugía del hallux rigidus suelen ser favorables, sobre todo con procedimientos como la queilectomía, que ha demostrado altos índices de satisfacción y bajos índices de complicaciones. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, disminuye la tasa de éxito de los procedimientos para preservar la articulación, y la fusión se convierte en el «patrón oro» para los casos graves.

Los pacientes que se someten a una queilectomía suelen experimentar un alivio del dolor, aunque el restablecimiento completo de la amplitud de movimiento es poco frecuente. En cambio, la fusión alivia el dolor de forma permanente, pero sacrifica la movilidad articular. Es importante que los pacientes conozcan los resultados a largo plazo de cada opción quirúrgica y tengan expectativas realistas en función de la gravedad de su enfermedad.

Conclusión

El hallux rigidus es una causa frecuente de dolor y discapacidad en los pies, sobre todo en los adultos mayores. Aunque a menudo puede tratarse con medidas conservadoras, como plantillas ortopédicas y modificaciones del calzado, los casos más avanzados pueden requerir una intervención quirúrgica. Como cirujano ortopédico, es crucial evaluar las necesidades específicas del paciente, teniendo en cuenta la gravedad de su artritis y sus objetivos funcionales a la hora de determinar el mejor plan de tratamiento. Mediante opciones tanto quirúrgicas como no quirúrgicas, los pacientes pueden conseguir un alivio significativo del dolor y mejorar su calidad de vida.

 

¿Tiene más preguntas?

Q. ¿Qué es el hallux rigidus?
A. El hallux rigidus es un tipo de artritis degenerativa que afecta a la articulación de la base del dedo gordo del pie y provoca dolor y rigidez.

Q. ¿Cuáles son los síntomas del hallux rigidus?
A. Los síntomas incluyen dolor y rigidez en el dedo gordo al caminar, estar de pie o agacharse, hinchazón e inflamación alrededor de la articulación y dificultad para llevar determinados zapatos.

Q. ¿Cuál es la causa del hallux rigidus?
A. El Hallux Rigidus está causado principalmente por el desgaste del cartílago articular, a menudo debido a una mecánica anormal del pie, lesiones o enfermedades inflamatorias como la gota.

Q. ¿Quién corre el riesgo de desarrollar hallux rigidus?
A. Las personas con una anatomía anormal del pie, lesiones previas en los dedos o enfermedades inflamatorias de las articulaciones tienen un mayor riesgo de desarrollar hallux rigidus.

Q. ¿Cómo se diagnostica el hallux rigidus?
A. El diagnóstico se realiza mediante una exploración física que evalúa la amplitud de movimiento y la sensibilidad del dedo gordo, y se confirma mediante radiografías que muestran un estrechamiento del espacio articular o espolones óseos.

Q. ¿Qué tratamientos no quirúrgicos existen para el hallux rigidus?
A. Los tratamientos no quirúrgicos incluyen llevar zapatos de suela rígida, utilizar dispositivos ortopédicos, aplicar hielo, tomar medicamentos antiinflamatorios y someterse a fisioterapia.

Q. ¿Cuándo se recomienda la cirugía para el hallux rigidus?
A. La cirugía se recomienda cuando los tratamientos conservadores no alivian los síntomas y la afección afecta significativamente a las actividades cotidianas.

Q. ¿Qué tipos de cirugía existen para el hallux rigidus?
A. Las opciones quirúrgicas incluyen la queilectomía, la fusión (artrodesis) de la articulación y la sustitución articular (artroplastia).

Q. ¿Qué es una queilectomía?
A. La queilectomía consiste en extirpar los espolones óseos y una parte del hueso del pie para mejorar el movimiento de la articulación y reducir el dolor.

Q. ¿Qué es la artrodesis para el hallux rigidus?
A. La artrodesis es la fusión de los huesos de la articulación del dedo gordo, eliminando el movimiento para aliviar el dolor.

Q. ¿Qué es la artroplastia para el hallux rigidus?
A. La artroplastia consiste en sustituir la articulación dañada por un implante artificial para recuperar cierta amplitud de movimiento.

Q. ¿Cuánto dura la recuperación después de una operación de Hallux Rigidus?
A. La recuperación varía en función de la intervención; algunos pacientes reanudan sus actividades en cuestión de semanas, mientras que otros necesitan varios meses para curarse por completo.

Q. ¿Puede reaparecer el Hallux Rigidus después de la cirugía?
A. La recurrencia es menos común después de la fusión, pero puede ocurrir con otros procedimientos, especialmente si no se trata la causa subyacente.

Q. ¿Cómo se puede prevenir el hallux rigidus?
A. Las estrategias de prevención incluyen el uso de calzado adecuado, evitar el estrés repetitivo sobre el dedo y tratar precozmente las anomalías subyacentes del pie.

 

Dr. Mo Athar
Dr. Mo Athar
A seasoned orthopedic surgeon and foot and ankle specialist, Dr. Mohammad Athar welcomes patients at the offices of Complete Orthopedics in Queens / Long Island. Fellowship trained in both hip and knee reconstruction, Dr. Athar has extensive expertise in both total hip replacements and total knee replacements for arthritis of the hip and knee, respectively. As an orthopedic surgeon, he also performs surgery to treat meniscal tears, cartilage injuries, and fractures. He is certified for robotics assisted hip and knee replacements, and well versed in cutting-edge cartilage replacement techniques.
In addition, Dr. Athar is a fellowship-trained foot and ankle specialist, which has allowed him to accrue a vast experience in foot and ankle surgery, including ankle replacement, new cartilage replacement techniques, and minimally invasive foot surgery. In this role, he performs surgery to treat ankle arthritis, foot deformity, bunions, diabetic foot complications, toe deformity, and fractures of the lower extremities. Dr. Athar is adept at non-surgical treatment of musculoskeletal conditions in the upper and lower extremities such as braces, medication, orthotics, or injections to treat the above-mentioned conditions.