Inflamación anormal de las raÃces nerviosas
lo que resulta en una hinchazón significativa
Con el envejecimiento de la población, un número cada vez mayor de personas se ven afectadas por enfermedades lumbares degenerativas. Si bien inicialmente se prefieren los tratamientos no quirúrgicos, algunos pacientes eventualmente requieren cirugÃa para aliviarse.
Se han desarrollado varios métodos quirúrgicos, pero las complicaciones neurológicas y el dolor irradiado postoperatorio siguen siendo preocupaciones importantes. En este artÃculo se analiza el edema excesivo de las raÃces nerviosas como causa especÃfica de dolor irradiado postoperatorio.
El objetivo de este estudio es explorar la relación entre el edema de la raÃz nerviosa y la recurrencia del dolor radicular después de procedimientos quirúrgicos.
Aunque algunos pacientes inicialmente experimentaron un alivio temporal del dolor en la pierna después de la cirugÃa, el dolor resurgió y empeoró con el tiempo. Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos y la infusión de manitol proporcionaron una eficacia limitada para aliviar el dolor.
No hubo diferencias significativas en los diámetros preoperatorios de las raÃces nerviosas involucradas entre el grupo de estudio y el grupo control. Sin embargo, después de la cirugÃa, ambos grupos experimentaron hinchazón en la raÃz nerviosa.
El diámetro medio de las raÃces nerviosas afectadas aumentó significativamente en ambos grupos. Los pacientes con dolor recurrente en las piernas tenÃan diámetros de raÃz nerviosa más grandes en comparación con el grupo de control.
La reintervención verificó la presencia de un agrandamiento pronunciado en las raÃces nerviosas afectadas, lo que coincide con las observaciones de las resonancias magnéticas. Se eliminaron los factores alternativos que contribuÃan a la afección. De los 13 pacientes con edema de la raÃz nerviosa, 8 presentaban un conducto constreñido debido a la hinchazón.
Después de un perÃodo de cuatro semanas, 7 pacientes informaron un alivio completo, mientras que 5 pacientes se sometieron a foraminotomÃa a pesar de la ausencia de constricción aparente. Las raÃces nerviosas inflamadas se limpiaron a fondo con una solución salina infundida con dexametasona.
Los pacientes experimentaron un alivio notable dentro de las 48 horas posteriores a la operación, indicado por una reducción en la puntuación media de la EVA. Sin embargo, la puntuación de la EVA aumentó después de la recurrencia de la neuralgia.
La puntuación de la EVA antes de la segunda operación no difirió significativamente de la puntuación antes de la operación inicial. Después de un perÃodo de cuatro semanas, tanto la puntuación de la EVA como la ODI mostraron disminuciones significativas.
A los tres meses de la reoperación, tanto la puntuación de la EVA como la ODI fueron inferiores a las puntuaciones a las cuatro semanas. En particular, la puntuación SF-36 evaluada a los tres meses mostró una mejora sustancial en comparación con la puntuación a las cuatro semanas.
El grupo de control experimentó una disminución significativa en las puntuaciones de la EVA 48 horas después de la cirugÃa, con reducciones adicionales observadas a las 4 semanas y durante el seguimiento de 3 meses. Las mejoras en las puntuaciones de la EVA indicaron un alivio significativo del dolor.
Sin embargo, no hubo cambios notables en las puntuaciones de ODI y SF-36, lo que sugiere que la cirugÃa afectó principalmente los niveles de dolor en lugar de la calidad de vida general en el grupo de control.
El análisis realizado antes de la cirugÃa no indicó disparidades significativas en las puntuaciones de EVA, ODI y SF-36 entre los grupos de estudio y control. Dentro de las 48 horas posteriores a la operación, las puntuaciones de la EVA mostraron resultados comparables para ambos grupos.
Después de la reexploración, el grupo de estudio experimentó un alivio del dolor comparable al del grupo de control a las 4 semanas, aunque sus puntuaciones de calidad de vida siguieron siendo más bajas. En particular, no hubo distinciones notables en los resultados clÃnicos entre los dos grupos en la evaluación postoperatoria de 3 meses.
A medida que las enfermedades lumbares degenerativas se vuelven más comunes, con frecuencia se requieren intervenciones quirúrgicas para tratar el dolor lumbar y los sÃntomas de las extremidades inferiores. Sin embargo, ciertos pacientes experimentan una mejorÃa transitoria seguida de la reaparición de los sÃntomas después de la cirugÃa.
Investigaciones posteriores y nuevas exploraciones revelaron una hinchazón inesperada de la raÃz nerviosa afectada en estos individuos. Se cree que este edema atÃpico de la raÃz nerviosa desempeña un papel en el desarrollo del dolor en las piernas después de la operación.
Una hinchazón excesiva de las raÃces nerviosas puede provocar el atrapamiento de los nervios lumbares, especialmente en los casos en los que hay un espacio limitado en los agujeros óseos o en el receso lateral.
Aunque la cirugÃa inicial brindó alivio a la mayorÃa de los pacientes, las personas con edema anormal de la raÃz nerviosa experimentaron una recurrencia del dolor radicular debido a una hinchazón severa. Las raÃces nerviosas continúan hinchándose durante la fase de alivio temporal hasta que reaparecen los sÃntomas de las piernas.
La investigación reportada por la literatura demostró que cuando las raÃces nerviosas se inflaman, pueden ser comprimidas por estructuras óseas, lo que resulta en radiculopatÃa lumbar debido a la estenosis relativa de los agujeros intervertebrales.
Para prevenir la radiculopatÃa recurrente, los cirujanos deben tener en cuenta el grosor de las raÃces nerviosas y asegurar un espacio adecuado durante la descompresión. El estudio también observó que las reacciones alérgicas y los factores especÃficos pueden afectar los resultados quirúrgicos y la reaparición de los sÃntomas.
Se cree que las células inmunitarias y las citocinas contribuyen a la manifestación del dolor radicular, aunque se necesita más investigación para comprender completamente este proceso.
Con el tiempo, las sensaciones de dolor y la calidad de vida mejoraron gradualmente para los pacientes que se sometieron a una nueva exploración. Las causas de la inflamación grave de la raÃz nerviosa pueden incluir la alteración del microambiente del canal espinal durante la cirugÃa, el daño a las venas circundantes y otros factores como la afectación de ligamentos y grasa.
Los tratamientos antiinflamatorios fueron efectivos para aliviar los sÃntomas. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender mejor los mecanismos moleculares detrás del edema de la raÃz nerviosa.
Las limitaciones del estudio incluyen un tamaño de muestra pequeño y un diseño retrospectivo, lo que pone de relieve la necesidad de estudios prospectivos multicéntricos para obtener resultados más completos.
La inflamación de la raÃz nerviosa es una consecuencia potencial de la intervención quirúrgica para la enfermedad lumbar degenerativa y puede contribuir a la recurrencia del dolor irradiado. El edema excesivo de la raÃz nerviosa puede estar asociado con una afección alérgica.
Sin embargo, a través de una reexploración adecuada, los sÃntomas recurrentes pueden aliviarse gradualmente.

Dr. Nakul Karkare
I am fellowship trained in joint replacement surgery, metabolic bone disorders, sports medicine and trauma. I specialize in total hip and knee replacements, and I have personally written most of the content on this page.
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