El pie de Charcot es una enfermedad grave que afecta a las personas con diabetes, en concreto a las que tienen dañados los nervios de los pies (lo que se denomina neuropatÃa). Cuando esto ocurre, las personas pierden la capacidad de sentir dolor, lo que las hace más propensas a lesionarse los pies sin darse cuenta. Con el tiempo, estas lesiones pueden hacer que los huesos del pie se rompan o se desalineen, provocando deformidades e incluso úlceras (llagas en la piel).
El pie de Charcot es difÃcil de tratar, pero con los cuidados adecuados, la cirugÃa puede ayudar a salvar el pie y permitir que los pacientes vuelvan a caminar. He aquà un desglose de lo que debe saber:
¿Qué es el pie de Charcot?
El pie de Charcot se produce cuando una lesión nerviosa impide sentir dolor en los pies. Sin este dolor, lesiones menores como pequeñas fracturas pueden pasar desapercibidas. A medida que estas lesiones se acumulan, provocan deformidades en los huesos del pie, dificultando la marcha y aumentando el riesgo de úlceras. En casos graves, el pie de Charcot puede llevar a la amputación, en la que se extirpa parte del pie o la pierna.
¿Cómo se trata el pie de Charcot?
Existen varias formas de tratar el pie de Charcot, y el objetivo es estabilizar el pie, reducir el dolor y hacer posible que la persona camine sin problemas. Los principales tipos de tratamiento son:
ExostectomÃa (extracción de hueso): A veces, hay protuberancias óseas en el pie que pueden causar úlceras (llagas). La extirpación de estas protuberancias puede ayudar a curar las úlceras y evitar que vuelvan a aparecer.
Equilibrio tendinoso (corrección de problemas tendinosos): Los tendones son los tejidos que conectan los músculos a los huesos. Cuando se tensan demasiado, pueden desalinear el pie, lo que dificulta la marcha. Un procedimiento habitual consiste en alargar el tendón de Aquiles (el de la parte posterior del tobillo) para ayudar a restablecer la posición natural del pie.
Reconstrucción (reparación quirúrgica): En los casos más graves, es necesaria la cirugÃa para realinear los huesos y estabilizar el pie. Los médicos utilizan tornillos, placas o varillas especiales para mantener los huesos en su sitio mientras se curan. A veces se utiliza una combinación de dispositivos internos y externos (lo que se denomina fijación interna y externa) para mantener el pie estable.
Corrección asistida por ordenador: La nueva tecnologÃa ayuda a los médicos a realizar correcciones muy precisas en el pie. Esto permite un ajuste más preciso durante la cirugÃa, mejorando los resultados.
¿Cuáles son los riesgos y los beneficios?
Como en cualquier intervención quirúrgica, existen riesgos. Tras la intervención, los pacientes pueden sufrir complicaciones como infecciones, problemas de cicatrización o que los huesos no sanen correctamente. Pero la buena noticia es que, con las técnicas quirúrgicas modernas, muchas personas obtienen buenos resultados. El objetivo es:
- Curar úlceras (llagas) que no desaparecen con otros tratamientos.
- Permitir que el pie recupere una forma más normal para que pueda calzarse.
- Permitir a los pacientes caminar sin dolor y prevenir nuevas lesiones
- Amputación y recuperación
El tratamiento quirúrgico del pie de Charcot ha ayudado a reducir la necesidad de amputación (extirpación de parte del pie o la pierna). De hecho, los estudios demuestran que sólo alrededor del 5,5% de las personas operadas de pie de Charcot necesitan una amputación. Tras la intervención, la mayorÃa de los pacientes (alrededor del 91%) pueden volver a caminar, lo que supone una enorme mejora en comparación con antes.
La recuperación de una operación puede llevar tiempo. Es importante que los pacientes trabajen con un equipo de profesionales sanitarios, incluidos enfermeros, fisioterapeutas y especialistas del pie, para ayudarles a curarse adecuadamente y volver a ponerse en pie.
Conclusión
El pie de Charcot es una afección grave, pero con el tratamiento adecuado es posible evitar la amputación y ayudar a las personas a recuperar la capacidad de andar. La cirugÃa es una opción importante para muchas personas y, aunque existen riesgos, los resultados suelen ser positivos, permitiendo a los pacientes llevar una vida más activa y sin dolor.
¿Tiene más preguntas?
Q. ¿Qué es el pie de Charcot?
A. El pie de Charcot es una enfermedad grave que afecta a las personas con diabetes y neuropatÃa, en la que el daño nervioso provoca la incapacidad de sentir dolor en los pies, lo que da lugar a lesiones y deformidades inadvertidas en los huesos del pie.
Q. ¿Cómo se trata el pie de Charcot?
A. El tratamiento del pie de Charcot tiene como objetivo estabilizar el pie, reducir el dolor y hacer posible que los pacientes puedan caminar. Los métodos de tratamiento incluyen la extracción de hueso (exostectomÃa), el equilibrado de tendones, la reconstrucción mediante tornillos y placas, y la corrección asistida por ordenador para realizar ajustes precisos.
Q. ¿Cuáles son los riesgos y beneficios de la cirugÃa del pie de Charcot?
A. Los riesgos son la infección y la mala cicatrización ósea, mientras que los beneficios son la cicatrización de las úlceras, la recuperación de la forma normal del pie y la prevención de la amputación. Los estudios demuestran que sólo alrededor del 5,5% de los pacientes requieren amputación después de la cirugÃa.
Q. ¿Cuál es el tiempo de recuperación tras una operación de pie de Charcot?
A. La recuperación puede durar varios meses, pero la mayorÃa de los pacientes pueden volver a caminar tras la intervención. La recuperación completa y la capacidad de realizar actividades normales dependen de la rehabilitación y los cuidados de seguimiento.
Q. ¿Cuáles son las causas del pie de Charcot?
A. El pie de Charcot se produce cuando una lesión nerviosa, a menudo debida a la diabetes, provoca una incapacidad para sentir dolor o molestias, lo que permite que las lesiones leves de los pies pasen desapercibidas y den lugar a deformidades articulares y óseas.
Q. ¿Cómo puede conducir el pie de Charcot a la amputación?
A. Si no se tratan, las deformidades y úlceras causadas por el pie de Charcot pueden llegar a ser graves, aumentar el riesgo de infección y requerir la amputación de parte del pie o la pierna.
Q. ¿Puede prevenirse el pie de Charcot?
A. Aunque el pie de Charcot puede ser difÃcil de prevenir, el control eficaz de la diabetes, el cuidado regular de los pies y el tratamiento precoz de las lesiones pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Q. ¿Cuáles son los sÃntomas del pie de Charcot?
A. Los sÃntomas incluyen hinchazón, enrojecimiento, calor y hundimiento del arco del pie, a menudo acompañados de dolor o deformidad. Sin embargo, muchos pacientes experimentan poco o ningún dolor debido al daño nervioso.
Q. ¿Cómo se diagnostica el pie de Charcot?
A. El diagnóstico se realiza mediante una combinación de evaluación clÃnica, estudios de imagen como radiografÃas, resonancia magnética o tomografÃa computarizada y, en ocasiones, gammagrafÃas óseas para evaluar el grado de daño y deformidad ósea.
Q. ¿Puede producirse pie de Charcot en personas sin diabetes?
A. SÃ, aunque el pie de Charcot es más frecuente en pacientes diabéticos, también puede darse en personas con otras afecciones que provocan lesiones nerviosas, como lesiones medulares o neuropatÃa periférica.
Q. ¿Es siempre necesaria la cirugÃa para el pie de Charcot?
A. La cirugÃa no siempre es necesaria, pero puede serlo en caso de deformidades graves o cuando los tratamientos conservadores, como la inmovilización y el calzado a medida, no alivian los sÃntomas ni evitan complicaciones posteriores.
Q. ¿Cuáles son los tratamientos conservadores para el pie de Charcot?
A. Los tratamientos conservadores incluyen reposo, inmovilización con una escayola o férula, y el uso de calzado u ortesis a medida para estabilizar el pie y evitar daños mayores, al tiempo que se permite la curación de los huesos.
Q. ¿Puede tratarse el pie de Charcot sin cirugÃa?
A. En las fases iniciales, el pie de Charcot puede tratarse a menudo sin cirugÃa mediante una descarga adecuada, calzado a medida y una estrecha vigilancia. La cirugÃa puede ser necesaria en casos avanzados o cuando fracasan las medidas conservadoras.
Q. ¿Cómo afecta el pie de Charcot a la movilidad?
A. El pie de Charcot puede afectar significativamente a la movilidad si no se trata, causando deformidades que provocan dificultad para caminar, desequilibrio de la marcha y un mayor riesgo de sufrir más lesiones o úlceras en los pies. Una intervención temprana puede ayudar a mantener la movilidad.

Dr. Mo Athar