Artrosis de la articulación subastragalina

Osteoartritis de la articulación subastragalina (STJ)

La osteoartritis (OA) de la articulación subastragalina (STJ) es un importante reto clínico que afecta a las personas con problemas de pie y tobillo. La osteoartritis de la articulación subastragalina, aunque menos frecuente en comparación con otras articulaciones, puede provocar una discapacidad funcional y un dolor considerables, sobre todo en pacientes que han sufrido traumatismos o lesiones en el pie. La articulación subastragalina, situada debajo de la articulación del tobillo, es fundamental para controlar el movimiento y la estabilidad durante la marcha y la carrera. Comprender la naturaleza de la osteoartritis en esta articulación y las opciones de tratamiento disponibles puede mejorar en gran medida los resultados de los pacientes.

Fisiopatología de la OA de la articulación subastragalina

La osteoartritis de la articulación subastragalina suele ser secundaria a traumatismos, y casi el 60% de los casos están relacionados con fracturas previas, como las del calcáneo. La articulación es especialmente vulnerable debido a su compleja estructura y a su papel en el movimiento del retropié, que permite movimientos esenciales como la inversión y la eversión. Estos movimientos son cruciales para la absorción de impactos y la adaptación a terrenos irregulares. La enfermedad se desarrolla cuando el cartílago de la articulación subastragalina se deteriora, lo que provoca dolor, hinchazón y rigidez.

A diferencia de otras articulaciones más comúnmente afectadas, como la rodilla o la cadera, la osteoartritis de la articulación subastragalina suele ser consecuencia de una osteoartritis postraumática. Cuando una fractura u otro traumatismo daña el cartílago, se desencadena una respuesta inflamatoria que contribuye a la degeneración de la articulación. Con el tiempo, esto puede provocar dolor crónico y deformidad progresiva.

Síntomas de la osteoartritis de la articulación subastragalina

Los pacientes con osteoartritis de la articulación subastragalina suelen referir un dolor importante, sobre todo al realizar actividades en las que se soporta peso, como caminar, estar de pie o subir escaleras. El dolor puede localizarse en el retropié y empeorar con la actividad. En algunos casos, los pacientes también pueden experimentar inestabilidad en la articulación, lo que contribuye a la sensación de «ceder» durante el movimiento. A medida que la afección progresa, la movilidad puede verse cada vez más limitada, lo que afecta significativamente a las actividades cotidianas.

Diagnóstico de la osteoartritis de la articulación subastragalina

El diagnóstico de la OA de la articulación subastragalina requiere una evaluación clínica exhaustiva, que incluya una historia clínica y una exploración física minuciosas. Las técnicas de imagen, en particular las radiografías, son cruciales para evaluar la extensión del daño cartilaginoso y el estrechamiento del espacio articular. En algunos casos, pueden utilizarse modalidades avanzadas de diagnóstico por imagen, como la tomografía computarizada (TC) o la tomografía computarizada con carga (TCBP), para evaluar la alineación y la funcionalidad de la articulación bajo carga, proporcionando una visión más detallada de los cambios degenerativos.

Opciones de tratamiento para la osteoartritis de la articulación subastragalina

El tratamiento de la OA de la articulación subastragalina depende del estadio de la enfermedad y de la gravedad de los síntomas. Los estadios iniciales de la OA pueden tratarse de forma conservadora, mientras que los estadios más avanzados pueden requerir intervención quirúrgica.

Tratamientos no quirúrgicos

  1. Tratamiento ortésico: El uso de plantillas ortopédicas a medida y calzado especializado desempeña un papel fundamental en el tratamiento de la OA de la articulación subastragalina. Estos dispositivos están diseñados para descargar la presión de la articulación afectada, reducir el dolor y mejorar la función articular. Las plantillas ortopédicas a medida también pueden ayudar a corregir la mala alineación y compensar la reducción de la amplitud de movimiento.
  2. Fisioterapia: Los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento pueden ayudar a mejorar la movilidad articular y estabilizar los músculos y ligamentos circundantes. Este enfoque conservador suele ser eficaz en las primeras fases de la osteoartritis.
  3. Medicación: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden ayudar a controlar el dolor y la inflamación. En algunos casos, pueden utilizarse inyecciones de corticosteroides para la inflamación más grave, aunque suele evitarse su uso a largo plazo debido a la posible degradación articular.

Tratamientos quirúrgicos

Cuando fracasan las medidas conservadoras, pueden considerarse opciones quirúrgicas.

  1. Artrodesis (fusión): Es la intervención quirúrgica más común para la OA de la articulación subastragalina en fase terminal. En este procedimiento, las superficies articulares se fusionan para eliminar el movimiento y el dolor. Aunque es eficaz para reducir el dolor, conlleva la pérdida de movimiento de la articulación, lo que puede afectar a la marcha y a la función general del pie.
  2. Sustitución de la articulación subastragalina: Un tratamiento menos frecuente, pero emergente, es la sustitución total de la articulación subastragalina. Esta opción suele reservarse para pacientes con daños importantes pero que desean conservar la movilidad de la articulación. La sustitución de la articulación subastragalina puede aliviar el dolor y preservar la función, aunque requiere una cuidadosa selección del paciente para garantizar el éxito a largo plazo.
  3. Procedimientos artroscópicos: Para los pacientes con OA menos grave o en las primeras fases, el desbridamiento artroscópico puede ser beneficioso. Este procedimiento mínimamente invasivo consiste en eliminar el cartílago dañado y los osteofitos (espolones óseos) para mejorar la movilidad de la articulación y reducir el dolor.
  4. Osteotomía: En algunos casos, pueden realizarse osteotomías correctivas para realinear la articulación subastragalina y reducir las fuerzas anormales que actúan sobre ella. Esto se suele utilizar cuando existe una mala alineación que contribuye a la degeneración de la articulación.

Pronóstico y resultados

El pronóstico de los pacientes con OA de la articulación subastragalina varía en función de la extensión de la enfermedad y del enfoque terapéutico elegido. En general, los pacientes que se someten a una fusión tienden a experimentar un alivio significativo del dolor, aunque deben enfrentarse a la pérdida de movimiento de la articulación. Las prótesis de la articulación subastragalina, cuando tienen éxito, pueden proporcionar un buen equilibrio entre el alivio del dolor y la función, aunque todavía se está evaluando la supervivencia a largo plazo de los implantes.

Para los pacientes con OA de leve a moderada, el tratamiento conservador puede ofrecer una mejora sustancial de la calidad de vida. Sin embargo, una vez que la articulación ha progresado a un estado más grave, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para mantener la movilidad funcional y aliviar el dolor.

Investigación y perspectivas

La investigación en curso sigue explorando nuevas formas de tratar la OA de la articulación subastragalina. Los avances en terapias biológicas, como las inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP) y los tratamientos con células madre, se están evaluando como posibles opciones para la reparación del cartílago y la conservación de la articulación. Además, el desarrollo de mejores materiales y técnicas de sustitución articular puede mejorar los resultados y la longevidad de los pacientes que requieren intervención quirúrgica.

Conclusión

La osteoartritis de la articulación subastragalina es una enfermedad compleja y a menudo debilitante que puede afectar considerablemente a la movilidad y la calidad de vida de las personas. Aunque las opciones de tratamiento se han ampliado en los últimos años, sigue siendo necesario seguir investigando para desarrollar terapias más eficaces y mejorar los resultados a largo plazo para los pacientes. El diagnóstico precoz, el tratamiento conservador y la intervención quirúrgica oportuna son fundamentales para tratar esta enfermedad y mejorar la evolución de los pacientes.

 

¿Tiene más preguntas?

Q. ¿Qué es la artrosis de la articulación subastragalina?
A. La artrosis de la articulación subastragalina es una enfermedad degenerativa en la que el cartílago de la articulación entre los huesos astrágalo y calcáneo se desgasta, lo que provoca dolor, rigidez y movilidad reducida.

Q. ¿Cuáles son las causas de la artrosis de la articulación subastragalina?
A. A menudo está causada por lesiones previas en la articulación, como fracturas o esguinces repetidos, y también puede ser consecuencia del desgaste normal con el paso del tiempo.

Q. ¿Cuáles son los síntomas de la artrosis de la articulación subastragalina?
A. Los síntomas incluyen dolor en el talón o debajo del tobillo, rigidez, dificultad para caminar sobre superficies irregulares y reducción de la amplitud de movimiento del pie.

Q. ¿Cómo se diagnostica la artrosis de la articulación subastragalina?
A. El diagnóstico suele implicar una exploración física, los antecedentes del paciente y estudios de imagen como radiografías o resonancias magnéticas para evaluar el estado de la articulación y las estructuras circundantes.

Q. ¿Qué tratamientos no quirúrgicos existen para la artrosis de la articulación subastragalina?
A. Los tratamientos no quirúrgicos incluyen medicamentos antiinflamatorios, fisioterapia, órtesis, tobilleras y modificación de la actividad para reducir la tensión en la articulación.

Q. ¿Cuándo se considera la cirugía para la artrosis de la articulación subastragalina?
A. Se considera la cirugía cuando los tratamientos conservadores no alivian los síntomas y el dolor interfiere significativamente en las actividades cotidianas.

Q. ¿Qué opciones quirúrgicas existen para la artrosis de la articulación subastragalina?
A. El principal tratamiento quirúrgico es la fusión de la articulación subastragalina, que consiste en extirpar el cartílago dañado y fusionar los huesos para eliminar el dolor.

Q. ¿Cómo es el proceso de recuperación tras una operación de fusión de la articulación subastragalina?
A. La recuperación incluye un periodo sin carga de peso con el uso de muletas o un andador, seguido de un retorno gradual a las actividades con carga de peso con fisioterapia.

Q. ¿Pueden los pacientes retomar sus actividades normales tras la fusión de la articulación subastragalina?
A. Muchos pacientes pueden retomar sus actividades normales, aunque pueden experimentar cierta pérdida de movilidad del pie, especialmente en superficies irregulares.

Q. ¿Cuál es el pronóstico a largo plazo para los pacientes con artrosis de la articulación subastragalina?
A. Con un tratamiento adecuado, incluido el tratamiento conservador o quirúrgico, los pacientes pueden conseguir un alivio significativo del dolor y una mejora de la función.

 

Dr. Mo Athar
Dr. Mo Athar
A seasoned orthopedic surgeon and foot and ankle specialist, Dr. Mohammad Athar welcomes patients at the offices of Complete Orthopedics in Queens / Long Island. Fellowship trained in both hip and knee reconstruction, Dr. Athar has extensive expertise in both total hip replacements and total knee replacements for arthritis of the hip and knee, respectively. As an orthopedic surgeon, he also performs surgery to treat meniscal tears, cartilage injuries, and fractures. He is certified for robotics assisted hip and knee replacements, and well versed in cutting-edge cartilage replacement techniques.
In addition, Dr. Athar is a fellowship-trained foot and ankle specialist, which has allowed him to accrue a vast experience in foot and ankle surgery, including ankle replacement, new cartilage replacement techniques, and minimally invasive foot surgery. In this role, he performs surgery to treat ankle arthritis, foot deformity, bunions, diabetic foot complications, toe deformity, and fractures of the lower extremities. Dr. Athar is adept at non-surgical treatment of musculoskeletal conditions in the upper and lower extremities such as braces, medication, orthotics, or injections to treat the above-mentioned conditions.