Tobillo congelado (capsulitis adhesiva del tobillo)
El tobillo congelado, conocido médicamente como capsulitis adhesiva del tobillo (ACA), es una enfermedad rara pero debilitante que se caracteriza por una pérdida gradual del movimiento activo y pasivo de la articulación, lo que provoca molestias importantes y restricción del movimiento. Este sÃndrome, del que se habla menos que de su homólogo en el hombro, tiene profundos efectos en quienes lo padecen, y su fisiopatologÃa apenas empieza a comprenderse en su totalidad.
Introducción al tobillo congelado
Esta enfermedad se caracteriza por la inflamación y fibrosis de la cápsula articular del tobillo, lo que provoca dolor, rigidez y disminución de la amplitud de movimiento. Mientras que la capsulitis adhesiva es comúnmente reconocida en el hombro, su aparición en la articulación del tobillo es mucho menos frecuente. El término «tobillo congelado» fue introducido por primera vez por Goldman, y es difÃcil de diagnosticar y tratar eficazmente debido a la variabilidad de sus sÃntomas y a la escasa investigación disponible sobre la afección.
Las causas subyacentes del tobillo congelado suelen estar asociadas a traumatismos repetidos, como esguinces o fracturas de tobillo recurrentes, que contribuyen a la formación de tejido cicatricial fibroso. Aunque algunas formas de capsulitis adhesiva son idiopáticas (no tienen un origen claro), las causas secundarias vinculadas a traumatismos o ciertas afecciones sistémicas como la diabetes y el hipotiroidismo pueden predisponer a las personas a desarrollar esta afección .
FisiopatologÃa del tobillo congelado
El tobillo congelado comparte un proceso fisiopatológico similar con otros tipos de capsulitis adhesiva, como el hombro congelado. Se cree que esta afección se debe a una compleja cascada de inflamación, fibrosis y remodelación tisular. La inflamación, independientemente de su origen (infección, cirugÃa o traumatismo), desempeña un papel fundamental en el desarrollo de tejido cicatricial fibroso dentro de la cápsula articular. La presencia de citocinas proinflamatorias como la IL-1 y la IL-6, asà como de productos finales de glicación avanzada (AGE), se ha relacionado con los cambios fibróticos observados en el tobillo.
Además, se cree que la inflamación crónica de bajo grado (IBI), la resistencia a la insulina y el estrés oxidativo contribuyen a la patogénesis de la capsulitis adhesiva. Estos factores, a menudo relacionados con un estilo de vida sedentario, pueden provocar hipoxia tisular y la acumulación de restos celulares nocivos, lo que agrava la afección. El papel de la angiogénesis y de las metaloproteinasas de matriz (MMP) complica aún más el proceso de curación al promover la destrucción tisular y alterar la respuesta inflamatoria normal .
Diagnóstico del tobillo congelado
El diagnóstico del tobillo congelado comienza con un examen clÃnico minucioso. Los pacientes suelen presentar un dolor profundo en la parte posterior del tobillo, junto con una limitación de la amplitud de movimiento, especialmente en dorsiflexión y plantarflexión. Sin embargo, dado que estos sÃntomas se solapan con otras patologÃas comunes del tobillo, el diagnóstico puede ser difÃcil de alcanzar sin técnicas de imagen especÃficas.
La artrografÃa, que consiste en inyectar un medio de contraste en el espacio articular, se considera una de las herramientas de diagnóstico más eficaces para el tobillo congelado. Ayuda a evaluar el volumen de lÃquido sinovial y el grado de presión intraarticular, que suelen estar reducidos en la capsulitis adhesiva. La resonancia magnética (RM) también es útil para descartar otras afecciones, como roturas de ligamentos o fracturas óseas, pero no es definitiva para diagnosticar el tobillo congelado.
La exploración fÃsica puede revelar atrofia muscular alrededor de la articulación afectada, asà como dificultad para realizar determinados movimientos. Sin embargo, las radiografÃas suelen ser inespecÃficas y pueden no mostrar signos claros de capsulitis adhesiva .
Opciones de tratamiento para el tobillo congelado
En la actualidad no existe un protocolo de tratamiento estandarizado para el tobillo congelado, aunque suelen utilizarse tanto intervenciones quirúrgicas como no quirúrgicas. Los tratamientos no quirúrgicos, especialmente en las primeras fases de la enfermedad, se centran en aliviar el dolor y mejorar la movilidad de la articulación. Estos tratamientos incluyen:
- Fisioterapia: Los ejercicios de estiramiento y las técnicas de terapia manual dirigidas a mejorar la amplitud de movimiento son fundamentales para el tratamiento del tobillo congelado. Se recomienda a los pacientes que realicen ejercicios dirigidos tanto al movimiento activo como al pasivo.
- Tratamiento con ondas de choque extracorpóreas (ESWT): Se ha demostrado que este tratamiento no invasivo alivia el dolor y favorece la cicatrización de los tejidos estimulando los procesos regenerativos naturales del organismo.
- Inyecciones de corticosteroides: Las inyecciones intraarticulares de corticosteroides suelen utilizarse para reducir la inflamación y aliviar el dolor, sobre todo en los estadios 2 y 3 de la capsulitis adhesiva .
- Terapia láser: La terapia láser, cuando se combina con otras técnicas de fisioterapia, ha demostrado resultados positivos en la reducción del dolor y la mejora de la flexibilidad articular .
Los tratamientos quirúrgicos suelen reservarse para los casos que no responden a las medidas conservadoras. Los procedimientos artroscópicos, como la liberación capsular y la sinovectomÃa, han demostrado ser prometedores para mejorar la amplitud de movimiento y la función en pacientes con tobillo congelado .
Nuevas terapias y lÃneas de investigación
Las investigaciones recientes se han centrado en explorar nuevas opciones terapéuticas, como la terapia con células madre, las células estromales mesenquimales y las inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP). Estos tratamientos biológicos pretenden estimular la regeneración tisular y mejorar la cicatrización, ofreciendo una vÃa potencial para futuras estrategias de tratamiento .
Además, se están investigando terapias experimentales dirigidas a la inflamación crónica de bajo grado, como los compuestos vegetales antiinflamatorios y las terapias dirigidas a la disfunción mitocondrial, por su papel en el tratamiento del tobillo congelado .
Conclusión
El tobillo congelado es una afección debilitante y a menudo infradiagnosticada que afecta gravemente a la movilidad y la calidad de vida. A pesar de su rareza en comparación con otras formas de capsulitis adhesiva, su fisiopatologÃa comparte muchas similitudes con afecciones como el hombro congelado. Aunque las opciones de tratamiento actuales se centran en el control del dolor y la mejora de la amplitud de movimiento mediante fisioterapia e inyecciones de corticosteroides, se necesita más investigación para desarrollar criterios diagnósticos estandarizados e intervenciones terapéuticas novedosas.
Q. ¿Qué es un tobillo congelado?
R. Un tobillo congelado se refiere a una rigidez significativa y pérdida de movimiento en la articulación del tobillo, a menudo debido a la artritis, trauma o inmovilización prolongada.
Q. ¿Cuáles son las principales causas del tobillo congelado?
A. El tobillo congelado suele estar causado por artritis postraumática, artritis degenerativa o inmovilidad prolongada tras una lesión o intervención quirúrgica.
Q. ¿Cuáles son los sÃntomas de un tobillo congelado?
A. Los sÃntomas incluyen rigidez, dolor, disminución de la amplitud de movimiento y dificultad para caminar o realizar actividades cotidianas.
Q. ¿Cómo se diagnostica un tobillo congelado?
A. El diagnóstico implica una evaluación clÃnica y estudios de imagen como radiografÃas o TAC para evaluar la degeneración articular y la alineación ósea.
Q. ¿Qué tratamientos no quirúrgicos existen para el tobillo congelado?
A. Las opciones no quirúrgicas incluyen fisioterapia, corsés, medicamentos antiinflamatorios e inyecciones de cortisona.
Q. ¿Cuándo se considera la cirugÃa para el tobillo congelado?
A. Se considera la cirugÃa cuando fracasan los tratamientos conservadores y los sÃntomas afectan significativamente a la calidad de vida o a la función.
Q. ¿Qué opciones quirúrgicas existen para el tobillo congelado?
A. Los tratamientos quirúrgicos pueden incluir el desbridamiento artroscópico, la artroplastia de distracción del tobillo o la fusión del tobillo, dependiendo de la gravedad de la afección.
Q. ¿Qué es la fusión de tobillo?
A. La fusión del tobillo es un procedimiento quirúrgico que une los huesos de la articulación del tobillo para eliminar el dolor de la artritis y mejorar la estabilidad.
Q. ¿Cuál es el objetivo de la cirugÃa de fusión de tobillo?
A. El objetivo es aliviar el dolor y mejorar la función eliminando el movimiento en la articulación artrósica.
Q. ¿Qué es la artroplastia de distracción de tobillo?
A. La artroplastia de distracción del tobillo es un procedimiento de preservación articular en el que se utiliza un fijador externo para descargar temporalmente la articulación del tobillo y estimular la reparación del cartÃlago.
Q. ¿Qué es el desbridamiento artroscópico?
A. El desbridamiento artroscópico consiste en eliminar el tejido inflamado, los espolones óseos o los cuerpos sueltos de la articulación del tobillo mediante una técnica mÃnimamente invasiva.
Q. ¿Cómo es la recuperación tras una operación de tobillo congelado?
A. La recuperación depende del tipo de intervención quirúrgica, pero suele implicar un periodo sin carga de peso, fisioterapia y vuelta gradual a la actividad.
Q. ¿Puede prevenirse un tobillo congelado?
R. La prevención incluye la movilización precoz tras la lesión, una rehabilitación adecuada y el tratamiento de la artritis o la degeneración articular.

Dr. Mo Athar