Síndrome del seno tarso

Síndrome del seno tarso: Comprensión, diagnóstico y tratamiento

El síndrome del seno tarso (STB) es una afección que afecta al pie y al tobillo, caracterizada principalmente por dolor y sensación de inestabilidad en la región lateral del retropié. Descrito por primera vez por el Dr. O’Connor en 1958, el STB se asocia a menudo a traumatismos, pero también puede estar relacionado con otras patologías. Aunque se observa con frecuencia en atletas, sobre todo en bailarines y en quienes practican deportes de alto impacto, también puede afectar a personas con deformidades del pie plano, obesidad o antecedentes de esguinces de tobillo. A pesar de su prevalencia, la etiología exacta del STB sigue siendo poco conocida, y el propio término es controvertido. Algunos investigadores sostienen que el STB no es una entidad clínica diferenciada, sino más bien un término general utilizado para describir el dolor en la región del seno tarsiano con una variedad de posibles causas subyacentes.

Anatomía del seno tarsal

El seno tarsiano, también conocido como seno del tarso, es un canal cilíndrico situado en el retropié, delimitado por el cuello del astrágalo y el calcáneo anterosuperior. Es una región crítica para la estabilidad del pie, ya que alberga varias estructuras importantes, como ligamentos, arterias, tejido adiposo y terminaciones nerviosas. Estas estructuras trabajan conjuntamente para estabilizar la articulación subastragalina, evitando la inversión y eversión excesivas del retropié. Los principales ligamentos estabilizadores que se encuentran en el seno tarsiano son el ligamento cervical (CL), el ligamento interóseo talocalcáneo (ITCL) y el retináculo extensor inferior. El ligamento cervical limita la inversión, mientras que el ITCL evita la eversión excesiva.

El seno tarsiano está muy inervado y contiene terminaciones nerviosas libres, corpúsculos de Pacini, terminaciones de Ruffini y cuerpos de Golgi. Estas estructuras sensoriales intervienen en la nocicepción y la propiocepción, proporcionando al cerebro información importante sobre la posición y el movimiento de las articulaciones. La presencia de estas terminaciones nerviosas ha llevado a los investigadores a plantear la hipótesis de que los trastornos de la nocicepción y la propiocepción pueden contribuir al dolor y la inestabilidad asociados al STB.

Fisiopatología y etiología del STB

La etiología del STB es multifactorial y compleja. Se han propuesto varios mecanismos diferentes, pero ninguna explicación ha sido aceptada universalmente. Algunas de las primeras teorías, como las propuestas por O’Connor, sugieren que el STB se produce como resultado de la tensión ligamentosa en el seno tarsiano tras un traumatismo. Esta teoría postula que, a medida que los ligamentos cicatrizan tras una lesión, se tensan, lo que provoca dolor e inestabilidad. Otros investigadores, como Brown, han sugerido que la afección se debe al pinzamiento de los tejidos blandos, en particular a la herniación de la membrana sinovial en el seno del tarso. Este pinzamiento podría provocar inflamación y dolor en la región.

Además de los traumatismos, existen otros factores que pueden contribuir al desarrollo del STB. Una de las causas más comúnmente identificadas es el daño ligamentoso, en particular en el ITCL y el CL, que desempeñan funciones esenciales en la estabilización de la articulación subastragalina. Los estudios han demostrado que las lesiones por inversión, frecuentes en los deportistas, pueden provocar esguinces o desgarros de estos ligamentos, lo que contribuye al dolor y la inestabilidad que se observan en el CTS. Además, otras afecciones como las deformidades del pie plano, la artrosis, la sinovitis e incluso tumores como el osteoma osteoide se han implicado en el desarrollo del STB.

Un hallazgo interesante en la literatura es la sugerencia de que la fibrosis venosa en el seno tarsiano podría provocar un aumento de la presión intrasinusal, que a su vez podría causar dolor. Esta causa vascular, propuesta por investigadores como Schwarzenbach et al., sugiere que los cambios postraumáticos en las venas del seno tarsiano podrían provocar cambios fibróticos, dificultando el flujo venoso y aumentando la presión en la región.

Diagnóstico del síndrome del seno tarso

El diagnóstico del STB puede ser difícil debido a la naturaleza inespecífica de los síntomas y a la variedad de patologías subyacentes que pueden presentarse con características clínicas similares. El síntoma principal del STB es el dolor localizado alrededor de la abertura lateral del seno tarsiano. Este dolor puede exacerbarse al aplicar presión en la región del seno tarsiano, y los pacientes suelen describir una sensación de inestabilidad, sobre todo al caminar sobre superficies irregulares.

El diagnóstico del STB es fundamentalmente clínico y se basa en una anamnesis y una exploración física minuciosas. Una historia clínica detallada es crucial para identificar cualquier traumatismo o lesión previa que pueda haber contribuido a la afección. La exploración física suele consistir en palpar los senos paranasales para evaluar la sensibilidad y realizar maniobras para reproducir los síntomas. Una prueba comúnmente utilizada es la prueba de pinzamiento dinámico, en la que se levanta el pie trasero mientras se palpan los tarsos sinusales. El alivio del dolor tras una inyección de anestésico local o corticosteroides en los tarsos sinusales se considera un fuerte indicador diagnóstico de STS.

A menudo se utilizan estudios de imagen para complementar el examen clínico. La RM es la modalidad de imagen más utilizada para diagnosticar el STB, aunque tiene limitaciones. La RM puede revelar signos de sinovitis, fibrosis y desgarros de ligamentos, pero a menudo no proporciona un diagnóstico definitivo. En algunos casos, los hallazgos de la RM pueden ser inespecíficos, por lo que puede ser necesario realizar más pruebas de imagen. La artrografía, que consiste en inyectar un medio de contraste en la articulación subastragalina, puede ayudar a identificar anomalías como la hiperplasia sinovial, pero no siempre es concluyente. Para una visualización más detallada de la articulación y sus ligamentos, a veces se emplea la artroscopia subastragalina, que permite tanto el diagnóstico como el tratamiento en un único procedimiento.

Tratamiento del síndrome del seno tarso

El tratamiento del STB suele ser conservador al principio, y sólo se plantean opciones quirúrgicas si fracasan las medidas conservadoras. Los tratamientos conservadores pueden incluir reposo, analgésicos, fisioterapia y el uso de órtesis o corsés para descargar la zona afectada. En muchos casos, las inyecciones de corticosteroides o anestésicos locales en los senos tarsianos alivian considerablemente el dolor y pueden ayudar a confirmar el diagnóstico.

Si fracasa el tratamiento conservador, pueden ser necesarios procedimientos más invasivos. La artroscopia subastragalina se ha convertido en un método muy popular para diagnosticar y tratar el STB. Este procedimiento mínimamente invasivo permite a los cirujanos visualizar directamente la articulación y cualquier patología subyacente, como desgarros de ligamentos, sinovitis o artrofibrosis. Durante la artroscopia, puede realizarse una sinovectomía (extirpación del tejido inflamado) y una escisión de la almohadilla de grasa para aliviar los síntomas. Los estudios han demostrado que la artroscopia subastragalina proporciona excelentes resultados, y la mayoría de los pacientes experimentan un alivio significativo del dolor y una mejora de la función.

En los casos más graves o cuando el tratamiento artroscópico no es factible, puede ser necesario recurrir a procedimientos quirúrgicos abiertos. La descompresión abierta del seno del tarso consiste en extraer el contenido del seno del tarso, incluido el tejido inflamado y cualquier tejido cicatricial que pueda haberse formado. Este procedimiento ha dado buenos resultados en muchos pacientes, y algunos estudios informan de un alivio de los síntomas en hasta el 90% de los casos.

Conclusión

El síndrome del seno tarso es una afección compleja y heterogénea que implica dolor e inestabilidad en el retropié lateral. Aunque su etiología sigue siendo poco conocida, está claro que puede deberse a diversas patologías, como lesiones traumáticas de ligamentos, pinzamiento de partes blandas y procesos inflamatorios. El diagnóstico es principalmente clínico, apoyado por estudios de imagen como la resonancia magnética y la artroscopia subastragalina. El tratamiento suele comenzar con medidas conservadoras, pero la intervención quirúrgica puede ser necesaria en casos refractarios. La artroscopia subastragalina se ha convertido en una herramienta clave tanto en el diagnóstico como en el tratamiento del STB, y ofrece buenos resultados a muchos pacientes.

 

¿Tiene más preguntas?

Q. ¿Qué es el síndrome del seno tarso?
A. El síndrome del seno tarsiano es una afección caracterizada por dolor y sensibilidad en el seno tarsiano, un pequeño canal situado en la cara externa del pie entre los huesos astrágalo y calcáneo.

Q. ¿Cuáles son las causas del síndrome del seno tarso?
A. Suele estar causada por un esguince de tobillo por inversión o por un uso excesivo repetitivo, lo que provoca inestabilidad e inflamación de las estructuras del seno del tarso.

Q. ¿Cuáles son los síntomas del síndrome del seno tarso?
A. Los síntomas comunes incluyen dolor lateral en el pie, especialmente al caminar sobre superficies irregulares, sensibilidad en la zona del seno del tarso y, a veces, sensación de inestabilidad en el pie.

Q. ¿Cómo se diagnostica el síndrome del seno tarsiano?
A. El diagnóstico suele basarse en el examen clínico y los antecedentes del paciente, y puede confirmarse con pruebas de imagen como la IRM o la inyección de anestesia local diagnóstica en el seno del tarso.

Q. ¿Qué tratamientos no quirúrgicos existen para el síndrome del seno tarsiano?
A. Los tratamientos no quirúrgicos incluyen reposo, hielo, medicamentos antiinflamatorios, fisioterapia, inyecciones de corticosteroides y ortesis de tobillo.

Q. ¿Cuándo se considera la cirugía para el síndrome del seno tarso?
A. Se considera la cirugía si fracasan los tratamientos conservadores, y puede implicar el desbridamiento del tarso sinusal, la extirpación del tejido inflamado o el tratamiento de cualquier problema estructural.

Q. ¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse del síndrome del seno tarso?
A. Los tiempos de recuperación varían, pero muchos pacientes mejoran con tratamiento conservador a lo largo de unas semanas o meses, mientras que la recuperación quirúrgica puede llevar más tiempo dependiendo del procedimiento realizado.

Q. ¿Es útil la fisioterapia para el síndrome del seno tarsiano?
A. Sí, la fisioterapia puede ayudar a fortalecer los músculos circundantes, mejorar la estabilidad y reducir la inflamación, lo que puede aliviar los síntomas.

Q. ¿Pueden las plantillas ortopédicas ayudar a tratar el síndrome del seno tarso?
A. Sí, los dispositivos ortopédicos pueden ayudar proporcionando un mejor apoyo al pie y reduciendo la tensión en la zona afectada.

Q. ¿Qué actividades deben evitarse con el síndrome del seno tarso?
A. Deben evitarse las actividades que impliquen superficies irregulares, alto impacto o movimientos repetitivos del tobillo para prevenir el agravamiento de la afección.

Dr. Mo Athar
Dr. Mo Athar
A seasoned orthopedic surgeon and foot and ankle specialist, Dr. Mohammad Athar welcomes patients at the offices of Complete Orthopedics in Queens / Long Island. Fellowship trained in both hip and knee reconstruction, Dr. Athar has extensive expertise in both total hip replacements and total knee replacements for arthritis of the hip and knee, respectively. As an orthopedic surgeon, he also performs surgery to treat meniscal tears, cartilage injuries, and fractures. He is certified for robotics assisted hip and knee replacements, and well versed in cutting-edge cartilage replacement techniques.
In addition, Dr. Athar is a fellowship-trained foot and ankle specialist, which has allowed him to accrue a vast experience in foot and ankle surgery, including ankle replacement, new cartilage replacement techniques, and minimally invasive foot surgery. In this role, he performs surgery to treat ankle arthritis, foot deformity, bunions, diabetic foot complications, toe deformity, and fractures of the lower extremities. Dr. Athar is adept at non-surgical treatment of musculoskeletal conditions in the upper and lower extremities such as braces, medication, orthotics, or injections to treat the above-mentioned conditions.