Tendinopatía de Aquiles

Tendinopatía de Aquiles: Una visión global

La tendinopatía de Aquiles es una afección que implica dolor e inflamación alrededor del tendón de Aquiles, que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón. Esta afección es frecuente entre los atletas y las personas que realizan actividades físicas que suponen un esfuerzo excesivo para las extremidades inferiores. Sin embargo, también afecta a personas que no son atletas, en particular a personas de mediana edad y con sobrepeso, que pueden no realizar actividad física regular pero que sufren tensión en el tendón debido al uso diario u otros factores de salud.

Patogénesis de la tendinopatía aquílea

La tendinopatía de Aquiles surge debido a una respuesta de curación fallida en el tendón. El uso excesivo, el esfuerzo repetitivo y otros factores biomecánicos contribuyen a la degeneración del tendón, provocando la rotura de las fibras de colágeno, la remodelación de la matriz y el engrosamiento del tendón. La causa principal de la tendinopatía del tendón de Aquiles sigue sin estar clara, pero los estudios sugieren que una combinación de factores intrínsecos (como la edad, el sexo, la estructura del pie y la inestabilidad articular) y extrínsecos (como errores de entrenamiento, calzado inadecuado y factores ambientales) contribuyen significativamente a la enfermedad.

El propio tendón sufre cambios estructurales, incluida la desorganización de las fibras de colágeno y un aumento de la cantidad de matriz no colágena. Histológicamente, los tendones tendinopáticos muestran una pérdida del aspecto blanco brillante normal, con un aumento de la celularidad, degeneración y neovascularización. Estos cambios provocan una disminución de la resistencia a la tracción y hacen que el tendón sea más susceptible de sufrir más daños.

Síntomas y diagnóstico

Los pacientes con tendinopatía de Aquiles suelen experimentar dolor, hinchazón y rigidez alrededor del tendón de Aquiles. El dolor suele aparecer al principio y al final de la actividad física, por ejemplo durante el calentamiento o después de un entrenamiento. A medida que la afección empeora, el dolor puede hacerse más persistente e interferir en las actividades cotidianas.

El diagnóstico de la tendinopatía del tendón de Aquiles es fundamentalmente clínico y se basa en la historia clínica del paciente y en una exploración física exhaustiva. La sensibilidad suele ser palpable entre 2 y 6 cm por encima de la inserción del tendón en el talón. Para confirmar el diagnóstico o excluir otras posibles afecciones, como la rotura del tendón, la bursitis u otras anomalías estructurales, pueden utilizarse técnicas de diagnóstico por imagen, como la ecografía y la resonancia magnética.

Factores de riesgo

Varios factores de riesgo contribuyen al desarrollo de la tendinopatía de Aquiles. Entre ellos se incluyen:

  • Edad y nivel de actividad: La incidencia aumenta con la edad, sobre todo en individuos físicamente inactivos.
  • Biomecánica: Los problemas estructurales como los pies planos, los arcos elevados (pies cavos) o los patrones de marcha alterados pueden aumentar la tensión sobre el tendón de Aquiles.
  • Calzado: Un calzado inadecuado, sobre todo en la práctica deportiva, puede agravar la distensión tendinosa.
  • Errores de entrenamiento: Los aumentos bruscos de intensidad o volumen de actividad física, sobre todo en corredores, pueden sobrecargar el tendón.
  • Afecciones sistémicas: Afecciones como la diabetes y el colesterol alto pueden contribuir a la degeneración de los tendones.

Opciones de tratamiento

El tratamiento de la tendinopatía del tendón de Aquiles varía en función de la gravedad de la afección, desde enfoques conservadores hasta la intervención quirúrgica en los casos más persistentes.

Tratamientos conservadores

  1. Fisioterapia: Los programas de ejercicios excéntricos suelen ser la primera línea de tratamiento. Estos ejercicios ayudan a remodelar el tendón y mejoran la fuerza al promover la reticulación del colágeno dentro del tendón.
  2. Tratamiento farmacológico: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se utilizan habitualmente para controlar el dolor y la inflamación, aunque su eficacia en el tratamiento de la tendinopatía es limitada, ya que la afección no es principalmente inflamatoria.
  3. Crioterapia: La terapia con frío puede ayudar a controlar los síntomas agudos reduciendo el metabolismo del tendón y aliviando el dolor.
  4. Terapia con ondas de choque: La terapia de ondas de choque de baja energía se utiliza para estimular la curación y reducir el dolor, especialmente en casos crónicos.
  5. Terapia de inyecciones: Opciones como las inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP), aunque todavía controvertidas, están ganando atención por su potencial para promover la curación del tendón mediante el uso de factores de crecimiento del propio cuerpo.

Tratamientos quirúrgicos

Si los métodos conservadores fracasan al cabo de 6-12 meses, puede considerarse la intervención quirúrgica. Las opciones quirúrgicas incluyen:

  • Cirugía abierta del tendón: Implica la escisión del tejido degenerado y la reparación del tendón.
  • Técnicas mínimamente invasivas: Incluyen el desbridamiento percutáneo del tendón y la extirpación de neovasos, cuyo objetivo es minimizar las complicaciones y acelerar la recuperación.

Pronóstico y recuperación

El pronóstico de la tendinopatía de Aquiles suele ser favorable con una intervención precoz, sobre todo con tratamientos conservadores. Sin embargo, los casos crónicos pueden requerir una rehabilitación prolongada, e incluso con cirugía, no hay garantía de recuperación total. Los pacientes pueden seguir experimentando dolor recurrente o funcionalidad reducida. El uso de tratamientos biológicos avanzados, como las células madre y la terapia génica, puede ofrecer nuevas vías para mejorar la curación del tendón en el futuro, aunque es necesario seguir investigando.

 

¿Tiene más preguntas?

Q. ¿Qué es la tendinopatía de Aquiles?
A. La tendinopatía de Aquiles es una afección que implica dolor e inflamación alrededor del tendón de Aquiles, que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón. Es frecuente entre los deportistas, pero también puede afectar a personas que no lo son, sobre todo de mediana edad y con sobrepeso.

Q. ¿Cuáles son las causas de la tendinopatía aquílea?
A. La tendinopatía del tendón de Aquiles está causada por un fallo en la respuesta de cicatrización del tendón debido al uso excesivo, la tensión repetitiva y otros factores biomecánicos. Esto provoca la rotura de las fibras de colágeno y la degeneración del tendón.

Q. ¿Cuáles son los síntomas de la tendinopatía del tendón de Aquiles?
A. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón y rigidez alrededor del tendón de Aquiles, especialmente al inicio y al final de la actividad física. A medida que la afección empeora, el dolor puede hacerse persistente.

Q. ¿Cómo se diagnostica la tendinopatía de Aquiles?
A. La tendinopatía de Aquiles se diagnostica principalmente mediante una evaluación clínica, que incluye la historia clínica y la exploración física. La ecografía o la resonancia magnética pueden utilizarse para confirmar o descartar otras afecciones.

Q. ¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar una tendinopatía del tendón de Aquiles?
A. Los factores de riesgo incluyen la edad, el nivel de actividad, la biomecánica (por ejemplo, pies planos o arcos altos), calzado inadecuado, errores de entrenamiento y afecciones sistémicas como la diabetes y el colesterol alto.

Q. ¿Cuáles son los tratamientos conservadores para la tendinopatía del tendón de Aquiles?
A. Los tratamientos conservadores incluyen fisioterapia (ejercicios excéntricos), antiinflamatorios no esteroideos (AINE), crioterapia, terapia de ondas de choque y terapias de inyección como el plasma rico en plaquetas (PRP).

Q. ¿Cuándo se considera la cirugía para la tendinopatía del tendón de Aquiles?
A. La cirugía se considera si los tratamientos conservadores fallan después de 6-12 meses. Las opciones quirúrgicas incluyen la cirugía abierta del tendón o técnicas mínimamente invasivas como el desbridamiento percutáneo del tendón.

Q. ¿Cuál es el pronóstico de la tendinopatía del tendón de Aquiles?
A. El pronóstico suele ser favorable con una intervención precoz, especialmente con tratamientos conservadores. Sin embargo, los casos crónicos pueden requerir una rehabilitación prolongada, y la cirugía puede no garantizar una recuperación completa.

Q. ¿Puede la tendinopatía del tendón de Aquiles dar lugar a complicaciones posteriores?
A. Sí, una tendinopatía de Aquiles grave o no tratada puede provocar la rotura del tendón o un dolor crónico que limite las actividades diarias.

Q. ¿Cuál es el papel de los ejercicios excéntricos en el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles?
A. Los ejercicios excéntricos ayudan a remodelar el tendón favoreciendo el entrecruzamiento del colágeno y mejorando la resistencia, lo que los convierte en una piedra angular del tratamiento conservador.

Q. ¿La tendinopatía de Aquiles puede afectar a ambas piernas?
A. Sí, la tendinopatía de Aquiles puede afectar a ambas piernas, aunque es más frecuente en una de ellas. Puede ser más probable que se produzca en la otra pierna debido a los movimientos compensatorios.

Q. ¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de una tendinopatía del tendón de Aquiles?
A. El tiempo de recuperación varía en función de la gravedad de la afección y del enfoque del tratamiento. Los casos leves pueden mejorar en pocas semanas con un tratamiento conservador, mientras que los graves pueden tardar varios meses.

Q. ¿Se recomienda algún cambio en el estilo de vida para prevenir la tendinopatía de Aquiles?
A. Sí, mantener un peso saludable, utilizar calzado adecuado, aumentar gradualmente los niveles de actividad física e incorporar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento del tendón de Aquiles pueden ayudar a prevenir la afección.

Q. ¿Cuál es la diferencia entre la tendinopatía del tendón de Aquiles y la tendinitis del tendón de Aquiles?
A. La tendinopatía del tendón de Aquiles es un término más general que se refiere a la degeneración del tendón debida a un uso excesivo, mientras que la tendinitis del tendón de Aquiles se refiere específicamente a la inflamación del tendón, que es menos frecuente y suele observarse en casos agudos.

Q. ¿Pueden ayudar los estiramientos en la tendinopatía de Aquiles?
A. Los estiramientos pueden ayudar a aliviar la tirantez y mejorar la flexibilidad, lo que puede reducir la tensión en el tendón de Aquiles. Sin embargo, debe hacerse con cuidado y combinarse con ejercicios de fortalecimiento para obtener mejores resultados.

Dr. Mo Athar
Dr. Mo Athar
A seasoned orthopedic surgeon and foot and ankle specialist, Dr. Mohammad Athar welcomes patients at the offices of Complete Orthopedics in Queens / Long Island. Fellowship trained in both hip and knee reconstruction, Dr. Athar has extensive expertise in both total hip replacements and total knee replacements for arthritis of the hip and knee, respectively. As an orthopedic surgeon, he also performs surgery to treat meniscal tears, cartilage injuries, and fractures. He is certified for robotics assisted hip and knee replacements, and well versed in cutting-edge cartilage replacement techniques.
In addition, Dr. Athar is a fellowship-trained foot and ankle specialist, which has allowed him to accrue a vast experience in foot and ankle surgery, including ankle replacement, new cartilage replacement techniques, and minimally invasive foot surgery. In this role, he performs surgery to treat ankle arthritis, foot deformity, bunions, diabetic foot complications, toe deformity, and fractures of the lower extremities. Dr. Athar is adept at non-surgical treatment of musculoskeletal conditions in the upper and lower extremities such as braces, medication, orthotics, or injections to treat the above-mentioned conditions.