Deformidad adquirida del pie plano en adultos

La Deformidad Adquirida del Pie Plano del Adulto (AAFD) es una afección progresiva caracterizada por el colapso del arco medial del pie. Puede provocar dolor, deformidad y dificultad para caminar. A diferencia del pie plano congénito, que está presente desde el nacimiento, la AAFD se desarrolla con el tiempo, con mayor frecuencia en adultos de mediana edad y mayores, sobre todo mujeres.

¿Cuáles son las causas de la AAFD?

La causa más frecuente de la AAFD es la degeneración del tendón tibial posterior (TTP), un tendón importante que ayuda a mantener el arco del pie y favorece la alineación correcta al caminar. Con el tiempo, este tendón puede estirarse, debilitarse o romperse. Cuando esto ocurre, el pie pierde su estructura normal y empieza a colapsarse hacia dentro y hacia abajo.

Sin embargo, la AAFD no sólo afecta al PTT. A medida que la afección progresa, también pueden fallar otros estabilizadores críticos, como el ligamento elástico, el ligamento deltoideo, la fascia plantar y los ligamentos talocalcáneo. Cuando se ven comprometidas varias estructuras, la deformidad se vuelve más rígida y difícil de tratar.

Entre los factores que contribuyen al desarrollo de la AAFD se incluyen:

  • Obesidad
  • Diabetes
  • Hipertensión
  • Artritis reumatoide y otras enfermedades inflamatorias
  • Uso de esteroides
  • Pie plano flexible preexistente o anomalías del pie

En algunos casos, la AAFD puede producirse sin daños en el PTT, especialmente en personas con insuficiencia de los ligamentos elásticos.

Comprender la estructura del pie

El pie humano contiene 26 huesos, más de 30 articulaciones y una compleja red de tendones y ligamentos que forman tres arcos: el arco longitudinal medio, el arco longitudinal lateral y el arco transversal. Estos arcos distribuyen el peso corporal y se adaptan a los cambios del terreno al caminar o correr.

El tendón tibial posterior discurre por detrás del hueso del tobillo y se une principalmente al hueso navicular. Su función es elevar el arco y bloquear el mediopié durante la fase de empuje al caminar. Cuando falla, el arco se hunde, el talón rueda hacia fuera (valgo del retropié) y la parte delantera del pie gira hacia fuera (abducción del antepié).

Síntomas del pie plano del adulto

Los síntomas varían en función del estadio de la enfermedad:

  • Dolor e hinchazón a lo largo de la parte interna del tobillo (especialmente al principio).
  • Aplanamiento del arco
  • Dificultad para ponerse de puntillas
  • Desviación del pie hacia el exterior
  • Dolor a lo largo de la parte externa del tobillo o del pie en fases avanzadas
  • Inestabilidad del tobillo y dificultad para mantener el equilibrio

Un signo físico es el de “demasiados dedos”: visto desde atrás, se ven más de dos dedos en la parte exterior del pie debido a que el antepié se desvía hacia fuera.

Estadificación de la enfermedad

La AAFD se clasifica en cuatro estadios, que guían el tratamiento:

  • Estadio I: Inflamación o degeneración leve del PTT sin deformidad del pie. El pie sigue siendo flexible y los pacientes aún pueden elevar el talón con una sola extremidad.
  • Estadio II: El pie empieza a deformarse pero sigue siendo flexible. Los pacientes suelen perder la capacidad de invertir el talón al levantarlo. Este estadio se divide en:
  • Estadio IIA: <30% de descobertura de la articulación talonavicular Estadio IIB: >30% de descobertura, lo que indica una deformidad más grave.
  • Estadio III: La deformidad se vuelve rígida. El pie no puede corregirse manualmente y puede empezar a aparecer artritis.
  • Estadio IV: La deformidad se extiende al tobillo, a menudo con fallo del ligamento deltoideo. Esto puede provocar artritis del tobillo e inestabilidad significativa

Diagnóstico de la AAFD

El diagnóstico implica una combinación de exploración física e imagen:

Examen clínico

  • Evaluación de la altura del arco
  • “Cartel” Demasiados dedos
  • Prueba de elevación del talón con una sola extremidad
  • Pruebas de flexibilidad (¿se puede corregir la deformidad con presión manual?)

Imágenes

  • Radiografías: Muestran la alineación y el destape articular
  • RESONANCIA MAGNÉTICA: La mejor para evaluar la integridad de tendones y ligamentos
  • Tomografía computarizada (con soporte de peso): Útil en la planificación quirúrgica y para evaluar la subluxación de la articulación subastragalina

Tratamiento no quirúrgico

En las primeras fases, los cuidados no quirúrgicos pueden aliviar los síntomas y ralentizar la progresión:

  • Ortesis o corsés a medida (por ejemplo, inserción UCBL, corsé Arizona)
  • Medicamentos antiinflamatorios
  • Inmovilización (bota o escayola para el dolor agudo)
  • Fisioterapia centrada en el fortalecimiento, los estiramientos y la propiocepción

Los programas estructurados de fisioterapia, combinados con órtesis, han demostrado altos índices de éxito en la mejora del dolor y la función en pacientes en estadio I y principios del estadio II.

Tratamiento quirúrgico

Cuando fracasan los tratamientos conservadores (normalmente al cabo de 6 meses), puede recomendarse la cirugía. Las opciones quirúrgicas varían en función del estadio y la flexibilidad de la deformidad.

Procedimientos comunes por tipo de deformidad

1. Valgo del retropié

  • Osteotomía calcánea medializante (MCO): Reposiciona el hueso del talón para corregir la alineación del mismo.
  • Recesión del gastrocnemio o alargamiento del tendón de Aquiles: Reduce la tensión que contribuye a la deformidad

2. Abducción del antepié

  • Alargamiento de la columna lateral (LCL): Alarga la cara externa del pie para restablecer la alineación.
  • Reconstrucción del ligamento de resorte: Reconstruye el soporte crítico del arco medial.

3. Supinación del antepié

  • Osteotomía algodonosa (apertura en cuña del cuneiforme medial): Corrige la alineación del antepié cuando el arco se ha hundido de forma irregular.

4. Reparación o sustitución del PTT

  • Transferencia de tendón: Normalmente se transfiere el flexor digitorum longus (FDL) para sustituir al PTT dañado

5. Pie plano rígido (estadio III)

  • Artrodesis triple: Fusiona las articulaciones subtalar, talonavicular y calcaneocuboidea para crear un pie estable y plantígrado.

6. Afectación del tobillo (estadio IV)

  • Reconstrucción del ligamento deltoideo
  • En casos de artritis de tobillo, puede considerarse la sustitución total del tobillo o la fusión del tobillo.

El hueso navicular accesorio

Algunos pacientes con pie plano pueden tener un hueso navicular accesorio de tipo II, que altera la tracción del tendón tibial posterior y aumenta el riesgo de disfunción. Esta afección suele presentarse antes que la AAFD típica y también puede requerir tratamiento quirúrgico.

Reflexiones finales

La deformidad adquirida del pie plano en adultos es algo más que un arco caído: es una afección progresiva que implica cambios complejos en tendones, ligamentos y alineación ósea. El reconocimiento y la intervención tempranos pueden marcar una diferencia significativa. Tanto si se trata de forma conservadora como quirúrgica, el tratamiento debe adaptarse a cada persona en función de sus síntomas, nivel de actividad y grado de deformidad.

Si experimenta dolor persistente en el pie, hundimiento del arco o inestabilidad, es importante que consulte a un especialista en pie y tobillo para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado.

 

¿Tiene más preguntas?

Q. ¿Qué es la deformidad adquirida del pie plano del adulto (AAFD)?
A. La deformidad adquirida del pie plano en adultos es una afección caracterizada por el colapso progresivo del arco del pie en adultos, en la mayoría de los casos debido a una disfunción del tendón tibial posterior.

Q. ¿Cuáles son las causas de la deformidad adquirida del pie plano en adultos?
A. La causa más frecuente es la disfunción del tendón tibial posterior, pero también puede deberse a traumatismos, artritis o afecciones neurológicas.

Q. ¿Quién corre el riesgo de desarrollar una deformidad adquirida del pie plano?
A. Las mujeres de mediana edad, las personas con diabetes, obesidad o hipertensión y las que padecen artritis inflamatoria corren un mayor riesgo.

Q. ¿Cuáles son los síntomas de la deformidad adquirida del pie plano en adultos?
A. Los síntomas incluyen dolor a lo largo de la parte interior del tobillo o del pie, aplanamiento del arco, enrollamiento hacia dentro del tobillo y dificultad para caminar o permanecer de pie durante períodos prolongados.

Q. ¿Cómo se diagnostica la deformidad adquirida del pie plano en adultos?
A. El diagnóstico se basa en la exploración física y en estudios de imagen como radiografías, resonancia magnética o ecografía para evaluar el estado del tendón y la alineación del pie.

Q. ¿Cuáles son las etapas de la deformidad adquirida del pie plano del adulto?
A. La afección se clasifica en cuatro estadios, desde una disfunción tendinosa leve sin deformidad (estadio I) hasta un pie plano rígido con artritis en las articulaciones circundantes (estadio IV).

Q. ¿Qué tratamientos no quirúrgicos existen para la deformidad adquirida del pie plano en adultos?
A. Las opciones no quirúrgicas incluyen reposo, ortesis, corsés, fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios y modificación de la actividad.

Q. ¿Cuándo se recomienda la cirugía para la deformidad adquirida del pie plano en adultos?
A. Se considera la cirugía cuando el tratamiento conservador no consigue aliviar los síntomas o cuando la deformidad se agrava y afecta a la movilidad.

Q. ¿Qué tipos de cirugía se utilizan para tratar la deformidad adquirida del pie plano en adultos?
A. Las opciones quirúrgicas pueden incluir la reparación o transferencia de tendones, osteotomías para realinear los huesos, fusiones articulares o procedimientos combinados en función del estadio y la gravedad.

Q. ¿Cómo es la recuperación tras la cirugía de la deformidad adquirida del pie plano en adultos?
A. La recuperación suele implicar un periodo sin carga de peso seguido de rehabilitación gradual y fisioterapia para restaurar la fuerza y la función.

Q. ¿Puede prevenirse la deformidad adquirida del pie plano en adultos?
A. La intervención y el tratamiento precoces de la disfunción del tendón tibial posterior, junto con el control del peso y la evitación de un esfuerzo excesivo de los pies, pueden ayudar a prevenir la progresión.

Dr. Mo Athar
Dr. Mo Athar
A seasoned orthopedic surgeon and foot and ankle specialist, Dr. Mohammad Athar welcomes patients at the offices of Complete Orthopedics in Queens / Long Island. Fellowship trained in both hip and knee reconstruction, Dr. Athar has extensive expertise in both total hip replacements and total knee replacements for arthritis of the hip and knee, respectively. As an orthopedic surgeon, he also performs surgery to treat meniscal tears, cartilage injuries, and fractures. He is certified for robotics assisted hip and knee replacements, and well versed in cutting-edge cartilage replacement techniques.
In addition, Dr. Athar is a fellowship-trained foot and ankle specialist, which has allowed him to accrue a vast experience in foot and ankle surgery, including ankle replacement, new cartilage replacement techniques, and minimally invasive foot surgery. In this role, he performs surgery to treat ankle arthritis, foot deformity, bunions, diabetic foot complications, toe deformity, and fractures of the lower extremities. Dr. Athar is adept at non-surgical treatment of musculoskeletal conditions in the upper and lower extremities such as braces, medication, orthotics, or injections to treat the above-mentioned conditions.