Estudio de caso: Artroscopia del tobillo derecho por inestabilidad crónica

Una mujer de 49 años presentaba dolor e inestabilidad persistentes en el tobillo derecho que afectaban significativamente a sus actividades cotidianas. Al principio experimentó molestias leves, pero con el tiempo el dolor fue en aumento, limitando la movilidad y la funcionalidad. Se intentaron tratamientos conservadores, incluidos antiinflamatorios, reposo y fisioterapia, pero el alivio fue mínimo. Debido a la inestabilidad y a las limitaciones funcionales persistentes, se procedió a una nueva evaluación médica.

Hallazgos diagnósticos y decisión quirúrgica

Las imágenes lo revelaron:

Inestabilidad sindesmótica
Insuficiencia del ligamento deltoideo
Cuerpos de fractura sueltos dentro de la articulación
Engrosamiento sinovial e irregularidades del cartílago

Dado el fracaso de los tratamientos no quirúrgicos, se recomendó la intervención quirúrgica para restaurar la estabilidad y aliviar los síntomas.

Tratamiento quirúrgico

El paciente se sometió a:

Artroscopia del tobillo derecho
Extracción de cuerpos de fractura sueltos
Desbridamiento parcial artroscópico del tobillo
Reparación de ligamentos sindesmóticos múltiples
Reparación del ligamento deltoideo

La intervención consistió en el desbridamiento del tejido dañado, la extracción de cuerpos sueltos y la reparación ligamentosa mediante anclajes de sutura y dispositivos de fijación. La intervención se completó con éxito y sin complicaciones.

Recuperación postoperatoria

Recuperación inicial

Se indicó a la paciente que no soportara peso en la extremidad inferior derecha. Se le proporcionó una bota neumática para caminar, y el tratamiento del dolor incluyó AINE y paracetamol.

Seguimiento de la progresión

A las dos semanas de la intervención, las incisiones quirúrgicas habían cicatrizado bien y el dolor era manejable. Se retiró la férula y la paciente siguió utilizando la bota de marcha. Se inició fisioterapia sin carga de peso, centrada en ejercicios de amplitud de movimiento.

A las ocho semanas, el paciente empezó a soportar peso según lo toleraba. Aunque persistía cierta rigidez, se observaron progresos constantes. Se introdujo terapia adicional y plantillas ortopédicas personalizadas para tratar la insuficiencia tibial posterior y el pie planovalgo.

En esta fase, la paciente había pasado a la fase de fortalecimiento y equilibrio de la rehabilitación. La inflamación persistía, pero era manejable con elevación y terapia de hielo. Aunque la estabilidad había mejorado, los paseos largos seguían causando molestias leves.

En la semana 16, el paciente caminaba de forma independiente sin dispositivos de asistencia. La hinchazón se había reducido significativamente y la amplitud de movimiento del tobillo se había recuperado por completo. Sólo notaba molestias leves tras una actividad prolongada.

A los seis meses, la paciente había recuperado casi la totalidad de sus funciones con mínimas molestias. Se recomendaron plantillas ortopédicas a medida y ejercicios de fortalecimiento continuados para el tratamiento a largo plazo. Se consiguió la plena reincorporación a las actividades cotidianas.

Plan de rehabilitación y resultados a largo plazo

Al paciente se le prescribió un programa de rehabilitación estructurado, que incluía:

Ejercicios de fortalecimiento para mejorar la estabilidad y la movilidad
Retorno gradual a las actividades de carga completa a lo largo de varias semanas
Plantillas ortopédicas a medida para la optimización biomecánica
Seguimiento continuo para detectar posibles complicaciones, como rigidez o inestabilidad
A pesar de las dificultades iniciales, el cumplimiento de los protocolos postoperatorios contribuyó a una recuperación satisfactoria. El seguimiento a largo plazo sigue siendo necesario.

Conclusión

Este caso pone de relieve la importancia de:

Tratamiento precoz de las lesiones ligamentosas para prevenir la inestabilidad a largo plazo
Rehabilitación estructurada y progresión gradual de carga
Ortesis personalizadas para tratar los problemas biomecánicos residuales

Con una intervención quirúrgica experta y una rehabilitación específica, el paciente recuperó con éxito la movilidad y la funcionalidad, lo que demuestra la eficacia de un enfoque de recuperación bien planificado.

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Dr. Mo Athar
Dr. Mo Athar
A seasoned orthopedic surgeon and foot and ankle specialist, Dr. Mohammad Athar welcomes patients at the offices of Complete Orthopedics in Queens / Long Island. Fellowship trained in both hip and knee reconstruction, Dr. Athar has extensive expertise in both total hip replacements and total knee replacements for arthritis of the hip and knee, respectively. As an orthopedic surgeon, he also performs surgery to treat meniscal tears, cartilage injuries, and fractures. He is certified for robotics assisted hip and knee replacements, and well versed in cutting-edge cartilage replacement techniques.
In addition, Dr. Athar is a fellowship-trained foot and ankle specialist, which has allowed him to accrue a vast experience in foot and ankle surgery, including ankle replacement, new cartilage replacement techniques, and minimally invasive foot surgery. In this role, he performs surgery to treat ankle arthritis, foot deformity, bunions, diabetic foot complications, toe deformity, and fractures of the lower extremities. Dr. Athar is adept at non-surgical treatment of musculoskeletal conditions in the upper and lower extremities such as braces, medication, orthotics, or injections to treat the above-mentioned conditions.

 

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