Cifoplastia y vertebroplastia para

Fracturas osteoporóticas de la columna toracolumbar

Las fracturas vertebrales osteoporóticas son una preocupación importante, que afecta a más de 100 millones de personas en todo el mundo. Estas fracturas pueden causar dolor y una deformidad en la columna vertebral llamada cifosis.

La cifosis puede afectar negativamente la función pulmonar, los movimientos intestinales y la calidad de vida en general, lo que lleva a una disminución de la esperanza de vida. Datos recientes muestran que estas deformidades espinales también pueden aumentar las tasas de mortalidad.

Los métodos no quirúrgicos de tratamiento han sido inconsistentes, lo que lleva al desarrollo de métodos quirúrgicos como la vertebroplastia y la cifoplastia. La vertebroplastia consiste en inyectar cemento en la vértebra fracturada para aliviar el dolor, mientras que la cifoplastia utiliza apisonantes con balón para disminuir el riesgo de fugas y corregir la deformidad.

Técnicas quirúrgicas

Al realizar la vertebroplastia, los pacientes se someten a anestesia general y se colocan boca abajo con rollos de sábanas debajo del tórax y las caderas para causar lordosis.

  • Luego, los trócares se insertan a través de los pedículos de la columna lumbar o entre las costillas y los procesos transversales de la columna torácica.
  • Luego se inyecta cemento en el cuerpo vertebral anterior bajo guía fluoroscópica. La inyección se detiene cuando el cemento llena el área lo suficiente o cuando comienza a filtrarse fuera del cuerpo vertebral.

La cifoplastia, al igual que la vertebroplastia, se realiza bajo anestesia general con pacientes acostados boca abajo. No se especificó ninguna posición particular para los soportes.

  • Los trócares se insertan a través de los pedículos en la columna lumbar y entre las costillas y los procesos transversales en la columna torácica.
  • Luego se utiliza un dispositivo de cifoplastia y un sistema introductor para colocar dos globos dentro del cuerpo vertebral, que luego se llenan con solución salina que contiene material de contraste inyectable. El llenado del balón y la reducción de fracturas se controlan mediante fluoroscopia lateral.
  • Después de retirar el balón, la cavidad se llena con cemento para estabilizar la reducción.

Antes de la inyección de cemento, se realiza una verificación manual de la viscosidad en ambas técnicas, que tiene lugar cuatro minutos después de que comience el proceso de mezcla. La cantidad de cemento empleada está documentada. Si es factible sin molestias, los pacientes pueden sentarse temprano y comenzar a deambular el primer día. No se requieren aparatos ortopédicos.

Seguimiento

La literatura ha mostrado diversos datos para evaluar la efectividad de un procedimiento para tratar las fracturas vertebrales. Los datos iniciales incluyeron la intensidad del dolor, el tiempo hasta el tratamiento y la deformidad en el plano sagital. También se registran datos perioperatorios como el volumen de cemento inyectado y la estancia hospitalaria. Después del procedimiento, los pacientes se someten a evaluaciones físicas y radiografías para medir los ángulos de cuña y cifosis, así como el relleno de cemento y las fugas.

Los pacientes son vistos nuevamente 3 meses después para una evaluación adicional y para calcular reducciones en los ángulos de cuña y cifosis. La pérdida de reducción también se calcula comparando las mediciones postoperatorias con las tomadas a los 3 meses. Estas mediciones ayudan a evaluar el éxito del procedimiento.

Resultados

El seguimiento es más corto en el grupo de vertebroplastia que en el grupo de cifoplastia, y se pierden más pacientes durante el seguimiento en el grupo de vertebroplastia. La literatura no ha encontrado diferencias significativas en la intensidad del dolor, el llenado satisfactorio, la tasa de fugas de cemento o la duración de la estancia hospitalaria entre los dos grupos. Sin embargo, el tiempo operatorio es dos veces más largo en el grupo de cifoplastia, y el volumen inyectado fue mayor.

Tanto la vertebroplastia como la cifoplastia muestran mejoras postoperatorias significativas en el ángulo de cuña (WA), pero el grupo de cifoplastia mostró una mayor mejoría. Además, no hubo casos de complicaciones sistémicas relacionadas con el cemento utilizado en los procedimientos, ni complicaciones neurológicas ni nuevas fracturas en las vértebras tratadas o adyacentes.

Aunque la literatura muestra una variabilidad significativa, los resultados confirman que la cifoplastia alivia eficazmente el dolor y reduce las deformidades causadas por fracturas vertebrales osteoporóticas. La vertebroplastia, por otro lado, sigue siendo una opción útil cuando se realiza temprano, ya que es más rápida y menos costosa.

No hay diferencia en la incidencia de complicaciones clínicamente detectables, y la difusión del cemento en el hueso esponjoso es mejor con la vertebroplastia que con la cifoplastia. Además, las fracturas de Magerl A1 son más difíciles de reducir con ambas técnicas, incluso en pacientes con osteoporosis.

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I am Vedant Vaksha, Fellowship trained Spine, Sports and Arthroscopic Surgeon at Complete Orthopedics. I take care of patients with ailments of the neck, back, shoulder, knee, elbow and ankle. I personally approve this content and have written most of it myself.

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